El fascismo habita entre nosotros. El
fascista quiere sólo libertad para él, pero no admite que los demás
ciudadanos puedan ser libres. Entiende el mundo sólo desde sus
ideas, desde su poder y desde su dinero, pero no admiten que otros lo
puedan entender de otra manera. El fascista le impone al mundo su
manera de ver la realidad. El fascista no deja vivir al que no piensa
como él. El fascista prohibe lo que no le gusta y obliga a todos a
lo que a él le interesa.
Hay que avisar a los demás en cuanto
veamos un fascista. La democracia, la sociedad en la que podamos
vivir todos, peligra con los fascistas. Hay que ayudar a que los
otros abran sus ojos para que puedan ver al fascista cuando aparece.
Ya los fascistas originaron una guerra civil y un sufrimiento atroz
que todavía dura. Hay que evitar que la historia se repita. En un
país debemos poder vivir todos, no sólo los fascistas. Eres un ser
libre. Debes poder ejercer tus libertades. Buenas tardes.
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