Hay que querer a la otra persona como
esa persona necesite ser querida, no como yo quiera quererla. Si no
nos gusta lo que nos pide, dialoguemos, pero no impongamos nunca
nuestro criterio en contra del de la persona a quien decimos amar. Si
la persona a la que amamos crece como ser humano y está alegre con
lo que le damos, eso será buen síntoma de que nuestro amor es
bueno. Si con nuestro amor se frustra y tiene lagunas de tristeza
dentro de sí, quizás lo mejor sea que no la amemos. Buenas noches.
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