miércoles, 19 de febrero de 2014

Buenas noches. Creencias




Hubo un momento en el que a alguien se le ocurrió creer en lugar de saber. Se comenzó entonces a sustituir el conocimiento científico comprobable y demostrable por la aceptación de algo ajeno a la ciencia, pero que se consideraba una verdad superior a cualquiera de las científicas. La fe se situó entonces por encima de la razón.

Tan fuertes eran las emociones que producían estas creencias, que empezaron a considerar que debían ser aceptadas por todos los seres humanos, aunque ninguno de estos hubiera tenido experiencia alguna que justificara esa extraña maniobra mental.

Estas creencias ajenas a la razón se fueron considerando poco a poco como ideas que debían traducirse en hechos sociales que todos debían asumir. Se intentó así crear una sociedad basada no en la razón, sino en la fe; no en la ciencia, sino en la religión; ni siquiera en una hipotética religión universal, sino en la religión de unos pocos.

Algunos de estos creyentes eran ricos y no tuvieron inconveniente en usar sus creencias para obtener beneficios económicos. Intentaron así alcanzar el poder para desde él dominar las conciencias de la gente, especialmente las de los menos ilustrados, de los más débiles y de los más miedosos, mientras ellos adaptaban la sociedad a sus intereses. Para preservar sus creencias, fueron poco a poco eliminando el conocimiento, la crítica, la racionalidad, la ciencia.

Cuando, en un momento de iluminación, la sociedad quiso despertar, no supo cómo hacerlo. Algunos, entonces, recurrieron a la violencia. Buenas noches.

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