He vuelto al lugar donde nací. He
paseado por sus calles. He coincidido con personas conocidas, pero
que hacía mucho tiempo que no veía. He comprobado el paso del
tiempo, el terrible, cruel y fatal paso del tiempo. Me he convencido
de nuevo del valor de cada instante, de cada experiencia, de cada
proyecto, de cada día, del tiempo. Hay que sacarle a la vida toda la
vida que lleva dentro, pero sin dormirse.
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