miércoles, 30 de marzo de 2011

Agobio




Hay que vivir porque merece la pena hacerlo, pero no se puede vivir de cualquier manera. La vida tiene sus propias constantes vitales. Hay, por ejemplo, unos límites de velocidad que no se pueden sobrepasar sin que se resienta la vida. Hay un determinado número de temas que se pueden tener en la cabeza sin que pases por la vida con pocas ganas de vivir. Es necesario tener un tiempo propio para que uno pueda hacer lo que realmente le dé la gana, incluso para no hacer nada. Comer y dormir no pueden hacerse de cualquier forma ni, mucho menos, con rapidez. No se puede uno olvidar de que existe la Naturaleza, de que conviene mirarla y admirarla y de que se puede gozar con ella porque es bella. El teléfono o Internet no pueden sustituir al beso, al abrazo. Hay que poder escuchar a los amigos, tocarlos, besarlos, ponerles la mano en el hombro y apretarlos. Hay que poder tener tiempo para que el amigo te escuche, te toque, te apriete, te abrace o te diga lo que te tenga que decir. Hay que cuidar el cuerpo andando o haciendo deporte, pero sin que sea una obligación, sino un gusto. No tienes que ser el dueño de tu vida, sino no impedir que la vida se adueñe de ti. Cuando esto no ocurre, aparece el agobio. En el agobio falta el tiempo, falta el espacio, falta el aire fresco, falta la salud, faltan las personas y faltas verdaderamente tú.

Sé que hay vida, pero vivir no es simplemente estar o moverse o hacer cosas. La vida, para que sea vida, debe ser una vida humana, en donde crezca el ser humano, en donde las relaciones del ser humano con el mundo sean creativas, constructivas, positivas, enriquecedoras, repetibles, si a uno le satisfacen, hasta la eternidad. El agobio mata la vida. Fíjate bien: el agobio mata los sentidos. Cuando desaparece el agobio, hueles el aire, ves lo que estaba ahí y antes no veías, saboreas lo cotidiano, sientes y descubres, con los pulmones llenos y con una sonrisa, lo que significa tener ganas de vivir.



1 comentario:

  1. Internet, me ha devuelto la vida....he hecho amigos,me ha devuelto al mundo exterior,ha revuelto todo mi yo dormido, durante muchos años....
    Eso si, ha destruido prácticamente, mi vida anterior.
    Esa que, consistia en moverme, hacer cosas preestablecidas y con las que, estaban muy agusto los que me rodeaban.
    Mi no vida, facilitaba mucho la de los demás. Pero faltaba yo en ella, pasaba por la vida....con pocas ganas de vivirla.Aparecio el agobio, las enfermedades, la falta de espacio,falta de aire y me llegaron a sobrar las personas, por las que estaba NO viviendo.
    Ahora, con mi ventanita al mundo, es curioso...Ellas piensan que les falto. Y en realidad, es cuando ESTOY y me tienen.
    ¡Es complicada la vida!

    Fabuloso, Manuel. Como todo lo que escribes. Un beso.

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