Cuchara
Originariamente
fue cuchar,
y cuchar
sigue siendo en el habla corriente de zonas rurales del norte de
Castilla y León, plural las cuchares.
Del latín cochleare,
palabra que se refería a la concha del caracol, proviene del griego
κοχλίας
(cochlías, concha). La cuchar,
como el tenedor, son instrumentos muy modernos; hasta hace pocos
siglos el comensal, o se llevaba la escudilla a los labios, si era
líquido, o lo cogía con los dedos, si era sólido. La a
final de cuchara
es una vocal de apoyo, un añadido marcando el femenino, un fenómeno
llamado metaplasmo (no entremos en tecnicismos, un cambio inmotivado
y ya está).
Tenedor
Llegó
a Europa de manos de una princesa bizantina al casarse con un Dux de
Venecia en el siglo XI, y a Francia de manos de Catalina de Médici
al casarse con el rey de Francia en el XVI. Hasta el XVIII y XIX no
se extendió su uso. Antes fue considerado un instrumento diabólico
o una cursilería frente a la naturalidad de comer con los dedos. La
etimología es transparente, deriva de tener
en el significado original de tenere,
sostener, sujetar; no en el de poseer, que en latín es habere.
Tenedor
comparte raíz, como vamos a ver, con tenazas.
Cuchillo
En
latín es cultellus,
y es un diminutivo, que en castellano ya no lo es, aunque acabe en
-illo.
La evolución de lt
>
ch
es la misma que vemos en multum
>
mucho
o auscultare
>
escuchar.
La raíz indoeuropea skel
está en escultura,
escoplo,
escalpelo,
escayola.
A partir de la misma raíz el germánico skild,
trozo, produjo en inglés shilling,
chelín.
Navaja
Del
latín novacula.
cuchilla de afeitar. Ya en latín final evolucionó a navacula.
Por etimología popular los romanos lo asociaban al verbo novare,
renovar, porque el afeitado te renueva la cara. Pero el origen es
oscuro, se ha postulado un verbo que significara afeitar, relacionado
con otras palabras que significan cortar. Ah, en Roma el molusco
llamado navaja
ya se llamaba novacula,
igual que la navaja
instrumento. Derivado de navaja,
navajero.
Tijeras
Proviene
del latín tonsorias.
Según Coromines la aparición de esa i
irregular se debe al influjo del sinónimo cisorias
(también instrumento cortante, de otra raíz, la de incisión
o cesárea).
Tonsorias
eran las de esquilar, del verbo tondere,
de donde viene tonsura.
Pero si vamos a la raíz indoeuropea, comparte origen con el griego
τόμος
(tomos, corte) de donde proceden átomo,
anatomía,
masectomía
o traqueotomía.
Martillo
Como
cuchillo, es otro diminutivo antiguo, que ya no lo es, pero conserva
la terminación en -illo,
del latín martellus.
La raíz indoeuropea mat
es origen también de maza,
machete
y machacar.
Esta raíz ha dado, en otras lenguas lejanas, palabras que significan
arado, azadón. El instrumento más antiguo del ser humano se dice
que es el hacha de sílex, una piedra tallada, atada a un palo, pero
yo creo que más se parece a un martillo
que a un hacha, serviría más para golpear que para cortar leña.
Punta
Viene
del participio puncta
del verbo latino
pungere,
punzar
y también golpear. Es el extremo de algo puntiagudo,
la punta
de la lanza. La familia es enorme: punto,
púa,
puño,
puñal,
pugna,
púgil,
puya,
puntal,
puntillas,
puntapié,
puntada,
apunte
y apuntador,
puntuar,
apuntar,
punzar.
Punto
tiene un uso variadísimo, desde el tenis a los signos ortográficos,
el punto
de inflexión y a punto
de nieve. La raíz es indoeuropea, aparece también en griego: puño
es πυγμή
(pygmé) y de ahí pigmeo,
del tamaño de un puño.