No existe la verdad absoluta. No existe la verdad. Por tanto, yo no puedo tenerla. Ni tú. Debemos vivir con certidumbres más o menos fuertes, más o menos fundadas, pero nunca con la verdad. La duda debe ser la eterna acompañante de todas nuestras convicciones y de todas nuestras opiniones. Es absurdo creerse en posesión de la verdad. Lo que hay que hacer es informarse cada día más y tener más conocimiento. Siempre buscando. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 27 de julio de 2013
viernes, 26 de julio de 2013
Buenas noches de verano. 26/7/2013
El
vegetal no siente, pero puede dar lo mejor de él. Hay personas que
ni sienten ni dan lo mejor de sí mismas.
Elegancia 56
Una persona elegante habla en un
volumen tal que quien quiera oírla puede hacerlo sin dificultad y,
en cambio, quien no quiera hacerlo no tiene que sentirse obligado a
ello.
Buenos días. Soledad
Por muchas personas que estén a tu
alrededor, por muchos amigos y amigas que tengas, por muy querido que
te sientas, por mucho que quieras a todo el mundo, por muy feliz que
creas ser, siempre hay en ti un núcleo profundo de soledad que
nadie será capaz de llenar. Hay que aprender a convivir con él, si
se quiere sobrevivir. Buenos días.
Buenas noches. A veces se oye el filo de la guadaña
No hace mucho, yendo por la acera de
una calle, cayeron a escasos centímetros de mí dos barras de PVC
que un desalmado estaba manipulando, sin el menor cuidado, en un
balcón y que se le fueron de las manos. Me libré de que me abrieran
la cabeza, pero el susto me lo dieron.
Hoy también ese viento de la guadaña,
que a veces sale a romper el aire y a llevarse provisiones, me ha
rozado. Una prima segunda mía, su marido y un conocido, con el que
estuve hablando hace un par de días, han fallecido en el accidente
de Santiago.
A veces la vida se vuelve cruel, se
abre el vientre para dejarnos ver sus entrañas absurdas y nos
convence de que, si quiere, nos rompe la copa, nos quema la casa y
nos borra el camino.
Me alegro de haber aprendido con muy
poca edad que hay que pensar de vez en cuando que nos tenemos que
morir. Días como hoy, trágicos y dolorosos, en los que la muerte se
muestra desnuda, son los que me hacen recordar que hay que vivir, que
no hay que perder el tiempo ni en bobadas, ni en estúpidas
rencillas, ni dejando vencer a la pereza, ni haciendo lamentables
pasatiempos, ni dejándose la vida en la televisión ni, mucho menos,
haciendo daño. Hay que vivir. Es urgente vivir. Puede pasar
cualquier cosa en cualquier momento y quedarnos a dos velas. Cada día
es una invitación y una necesidad de vivir. Y debe ser también la
creación de la vida, de mi propia vida. Y debe ser también un gozo,
el gozo de sentirse vivo con la gente y con el mundo. Hay que dormir,
pero el resto de las veinticuatro horas del día deben rebosar vida.
Cada muerte debe ser un empujón en la espalda que nos impulse hacia
la vida. Tenemos que vivir, pero todos. Y con urgencia.
Si esta noche quieres formar la nube de
cariño para las personas a las que quieres, no te olvides de los que
están sufriendo en Galicia, pero tampoco de las familias de todos
los que mueren cada día de cualquier forma -todas las muertes son
iguales- y dejando solos a los vivos. Buenas noches.
jueves, 25 de julio de 2013
Buenos días. El accidente
Nunca me gustó que el cirujano
estuviera de charla con la enfermera mientras operaba, ni que el
conductor del autobús se llevara a la novia y la pusiera en la
primera fila de asientos para distraerse con ella, ni que el camarero
abandonara la atención a los clientes para conversar con sus
amiguetes en la barra, ni tantos casos como se dan con demasiada
frecuencia, en los que las funciones que se realizan se abandonan
para atender lo que apetece más en ese momento. El tren iba a 190,
cuando debería ir a 80. No sé por qué habrá sido, pero, al
parecer, el conductor gritaba: 'Somos humanos, somos humanos', como
queriendo justificar el exceso de velocidad. No somos humanos. No
somos animales. No somos nada. Somos lo que hacemos. Si no hacemos
nada, no somos nada. Si hacemos cosas propias de animales, seremos
unos animales. Si actuamos como seres racionales, seremos humanos.
Solidaridad con las víctimas del
accidente, sean gallegas o no. Y a ver si lo que tengas hoy que
hacer, lo haces con la atención necesaria. El 'vale todo' se ha
colado ya, lamentablemente, en todas partes. Buenos días.
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