EL VERBO IACIO
Hace
meses, o años, que quería escribir sobre este verbo, y por fin me
he decidido. Es un verbo latino muy importante en nuestro
vocabulario, pero está totalmente camuflado, y seguro que cualquier
hablante normal ni es consciente de que lo utiliza. Está en
castellano en su forma simple, echar, pero además en montones
de prefijados: inyección, deyección, proyección,
y nada menos que entra como étimo base en objeto, sujeto,
etc.
Se
reconstruye una raíz común ye comparando el latín
iacio (arrojar), el griego ἵημι
(híemi, enviar), el sánscrito ijami (hacer), y el
tocario ya (hacer). (Siempre que cito el tocario
reprimo el deseo de explicar el curioso caso de esta lengua
indoeuropea, en realidad dos, tocario A y tocario B, descubiertas
recientemente, hacia los años sesenta u ochenta del XX, habladas en
el centro de Asia, desaparecidas hacia el año 1000, y parecidas a
las lenguas occidentales más que a las orientales).
El
griego ἵημι está en el origen de cultismos
médicos como catéter, sonda que se introduce para dilatar,
y enema (el que significa lavativa, de ἐν,
dentro + ἵημι, enviar; porque hay otro
enema, de otra raíz, de αἷμα,
sangre, medicamento antihemorrágico). Y sin confundir con edema,
que tampoco es de esta raíz.
La
raíz indoeuropea produce en latín dos verbos paralelos, iacio
y iaceo, que se especializan en distintos
significados: iacio (arrojar, echar) y iaceo
(yacer, estar echado). Iaceo ha dado una familia
interesante: yacer, yacija (cama pobre), yacimiento,
yacente, adyacente, subyacente, etc. Como está
claro, yacer es eufemismo del acto sexual. Un tabú; y también
se usa para solventar otro tabú, la muerte, "aquí
yace", está echado, para evitar decir "está
muerto". Es curioso, amor y muerte, ἔρος
y θάnατος (eros y thánatos) unidos en los
sentidos figurados de yacer.
Por
su parte iacio (arrojar), produce en castellano echar,
que antes fue jactar (que significó agitar), jaculatoria
(frase religiosa que se lanza hacia...). De echar derivan
desechar y desecho, jactancia y jactancioso.
Y con prefijos tenemos inyectar e inyección,
deyección, proyección, proyecto y proyectil
(me encanta este trío, cómo cambian los matices semánticos,
proyección en el cine, proyecto en la mente y
proyectil en la guerra), abyecto, conjetura,
trayecto, sujetar y sujeción, óbice,
objeción y objetar, eyacular (es la palabra que
mejor conserva la raíz latina: e, desde dentro, +
jacio, lanzar)...
Me
asombra la abundancia de significados. Pues faltan dos términos muy
usados en Gramática, adjetivo e interjección, y dos
conceptos básicos en nuestro vocabulario abstracto, objeto y
sujeto, objetivo y subjetivo, objetivismo
y subjetivismo.
Y
seguro que olvido más palabras. A mí me sorprende muchísimo esta
familia de palabras.