lunes, 26 de enero de 2015

Lo que veo cuando miro. Viejos y viejas




Se les habla de algo que desconocen, se les dice que has ido a ver algo que no saben ni que existe y, en lugar de atender y aprender, si es que al final les interesa, de entrada lo rechazan y te interrumpen y hacen comentarios estúpidos, propios de ignorantes contentos con su ignorancia, y comienzan a hacer preguntas absurdas y, poco a poco, te van juzgando por haber dicho o hecho lo que a ellos no se les habría ocurrido nunca. Cuando uno va armado de buena voluntad, tardas un siglo en contarles una simpleza, porque se niegan a escuchar lo diferente. 

Viven al revés. En lugar de intentar ser cada vez más ilustrados, más sabios, más abiertos y más jóvenes, son cada día más viejos, más bastos, más estorbos, menos humanos. 

Son viejos y viejas de poca edad, pobres que van empobreciendo tu mundo. 

La muerte mental les ha llegado pronto. 

Buenas tardes.

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