Cuando no se
entiende nada, solemos defendernos intentando convencernos de que, en
el fondo, aquello no tiene demasiado interés y no merece la pena ser
entendido. Y cuando se entiende demasiado, surge la posibilidad de
que, en realidad, no se haya entendido nada. No es nada fácil
entender la vida.
Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.