miércoles, 7 de mayo de 2014

Buenas noches. Te quiero



Sentado frente a ella, le sonreí y le dije:
-Te quiero.
Ella esbozó una sonrisa, frunció levemente el ceño, torció un poco la cara, como para verme mejor, y me contesto:
-Y eso ¿qué quiere decir?
-Quiere decir que quiero estar en la vida contigo. No te estoy pidiendo que convivamos ni que formemos pareja. Te estoy diciendo que puedes contar conmigo. Te estoy pidiendo si puedo contar contigo. Te estoy invitando a que esto tan corto que es la vida lo vivamos en el mismo mundo, con todas las personas a las que tú quieres y todas aquellas a las que yo quiero. Te estoy mostrando que no me eres ajena, que me importas.
Ella me escuchaba mirándome a los ojos fijamente. Durante un momento bajó la mirada y luego, esbozó una sonrisa, volvió a mirarme a los ojos, acercó su cara a la mía y durante una brevísima eternidad me dio un beso en los labios. Volvió a sentarse enseguida, cruzó los brazos sobre la mesa y me dijo:
-Pero ¿por qué? ¿por qué quieres quererme?
-Pues no lo sé. Nunca me pregunto por qué sale el sol cada día. El día que no salga me llamará la atención y pensaré que algo raro pasa. Lo normal es querer a las personas, a todo el mundo, sobre todo, a los amigos, que son también compañeros de viaje en la vida. Creo que merece la pena quererte, ayudarte a vivir, en la medida de mis posibilidades, y ya está.
Ella se quedó un rato pensativa, con la mirada un poco perdida. Luego, volvió en sí desde sus pensamientos, me miró, volvió a sonreír levemente, acercó de nuevo su cara a la mía, me besó otra vez en los labios y se sentó suavemente. Se llevó las manos a la cara, apuntando con sus dedos índice hacia sus lacrimales. Después cruzó los brazos sobre la mesa, me dedicó una sonrisa un tanto más profunda que las anteriores y me dijo:
-Sí. Yo también te quiero a ti.

Buenas noches.

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