Para Lucía.
A mí me gusta el fútbol. Disfruto con
el esfuerzo de los jugadores, con la técnica que emplean, con la
estrategia, con las jugadas tácticas, con la velocidad en el juego.
Por algún motivo que desconozco, prefiero que gane el Madrid, pero
disfruto cuando el Barça juega como jugaba o cuando el Atlético le
echa coraje y fe a su juego o cuando cualquier equipo juega al fútbol
con arte. Creo que, cuando lo que gusta es el fútbol, hay que
felicitar a los que juegan bien, sean del equipo que sean, y no
defender a capa y espada al equipo preferido sólo porque sea el que
a uno le gusta. Me parece que hay que tomarse el fútbol como una
distracción transitoria y no como una parte fundamental de la vida.
No se puede atender mal a un cliente ni pasarse un día de mal humor
porque haya perdido un equipo de fútbol. ¿Qué pobreza de vida es
esa? Aunque parezca que ya no lo es, el fútbol es un deporte y en el
deporte deben brillar la nobleza, el respeto a los jugadores y a los
árbitros, el reconocimiento del valor del adversario, la
deportividad, el esfuerzo y la inteligencia. Si el fútbol, en lugar
de hacernos más humanos, nos embrutece, deberíamos dejar el fútbol.
Buenas noches.
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