No todo en la vida viene siempre en el
mismo orden. Hay quien descubre lo bueno que es el deporte cuando
tiene pocos años y hay también quien lo descubre cuando ya tiene
demasiados. Lo mismo pasa con la música clásica, con la afición
por cocinar, con el arte, con lo que se entiende por amar o con la
importancia de cuidar de los amigos y de las amigas. La vida no tiene
calendarios. Lo importante es bajar las barreras, meterse de lleno en
la vida, y estar dispuesto a disfrutarla como sea. Una mente abierta,
receptiva, dispuesta a comprender y con ganas de crecer es lo único
que pide la vida para que se lleve bien con uno. Buenas noches.
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