Creo que hay que procurar vivir con
intensidad. Normalmente, la vida es intensa, salvo cuando huimos de
ella a causa de cualquiera de los miedos que nos lanzan fuera del
mundo. Vivir con intensidad es volcarse en lo que uno hace, es saber
lo que uno está haciendo, es tener más o menos claras las razones
de por qué debemos hacer lo que hacemos, es saber dotar de
generosidad nuestros actos, es sentirse miembro de una colectividad,
es estar convencido de que no somos números ni individuos, sino
ciudadanos, esto es, personas con derechos y con obligaciones. Vivir
con intensidad es, sobre todo, sentirse humano entre los humanos
construyendo un mundo que pueda ser reconocido como humano. A ver si
hay suerte. Buenos días.
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