jueves, 7 de julio de 2011

Letras que hago mías: el matrimonio español




Más democrática e igual de solidaria 
El país 17/6/2011 
Inés Alberdi

El matrimonio español siempre había estado basado en la superioridad del hombre. Así lo decían las leyes sucesivas que obligaban a la esposa a su obediencia. Hasta que la Constitución de 1978 declara que los hombres y las mujeres son iguales en derechos y deberes, incluso dentro del matrimonio.

El cambio de la familia española ha sido extraordinario en estos últimos 30 años. Y el desencadenante fue este: los derechos y libertades de las mujeres dentro del matrimonio. Las obligaciones y la autoridad sobre los hijos se comparten entre la madre y el padre. Todos los hijos son iguales ante la ley y desaparecen los hijos ilegítimos. Todos los ciudadanos nacen legítimamente desde entonces, sean quiénes sean sus padres y sea cuál sea la relación entre su padre y su madre.

Tradicionalmente, la institución familiar en España estaba marcada por las exclusiones, caracterizando a quien podía o no formar parte de ella. En la Constitución del 78 se sientan las bases para que todos puedan formar una familia con los mismos derechos. Poco a poco, ello ha ido tomando fuerza de ley y las personas solteras con sus hijos o las parejas del mismo sexo pueden constituir una familia.



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