A Charo Barrios, como reconocimiento a tu labor de humanización de la cocina, de la comida y de la vida. Estoy seguro de que suscribirías el título del libro de Faustino Cordón, Cocinar hizo al hombre.
Elena del Rivero (Valencia, 1952) expone actualmente su obra en la Galería Elvira González, de Madrid.
La autora estudió Filosofía en la Universidad de Valencia. Luego vivió en Madrid y Roma y desde 1991 reside en Nueva York.
Desde hace 15 años, la materia prima de sus trabajos es el papel. En algunas de sus obras, Elena del Rivero cose sobre el papel como si se tratara de una tela; en otras, como la que se presenta en la fotografía tomada de El País, recubre el papel de abacá con láminas de oro puro. Su estilo se inspira en el arte americano, principalmente en las tendencias minimalista y conceptual.
En la entrevista que publicó El País el pasado 23 de febrero, se afirmaba que
“en sus últimas obras la pieza clave es un gran trapo de cocina de dos metros, realizado en papel de abacá y dorado con pan de oro”.
Y la autora afirmaba:
"Lo que he querido es situar lo doméstico en el rango de la espiritualidad: un hombre o una mujer que cocinan y reúnen gente en torno a una comida o una copa de vino crean un momento que tiene algo de sagrado. Y no tiene nada que ver con lo religioso".
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Todos seremos polvo,
ResponderEliminarcuando la tempestad amaine,
cuando el viento se largue
seguiremos siendo polvo...
Siempre he pensado que el que cocina es un demiurgo, un tipo de dios que mantiene a sus criaturas a través del maravilloso arte de la comida.
ResponderEliminarMe encantan las palabras de Elena del Rivero, eso de "situar lo doméstico en el rango de la espiritualidad". Porque sólo se alimenta el alma si el cuerpo está bien alimentado.
Además, muchas religiones basan sus rituales, leyes y prohibiciones en la comida, por lo que el componente sagrado de ésta es aún mayor.
Ante todo muchas gracias por tu bella dedicatoria.
ResponderEliminarCreo que la cocina puede transmitir cosas buenas: esfuerzo, afán de superación, honradez, constancia, cariño y también la obligación de saber convivir a través del cumplimiento de las normas y leyes. Pero sobre todo es compartir, lo más importante.
Y como dice Elena Rivero, se puede crear y se crea un momento mágico, y eso es muy importante.
Bichearé en la dirección que tan amablemente me has enviado.
Muchas gracias.