Tal día como hoy de 1907 nació Daphne du Maurier, autora de Rebeca.
Tienes más información aquí de la autora y de la obra.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Escucha.
Es la forma más cercana que tienes de aprender, de ser más, de humanizarte.
Es la manera más respetuosa de relacionarte con los demás.
Escucha al otro, a los otros.
Son tan seres humanos como tú, y si te hablan con el respeto propio de los seres humanos, debes escucharlos.
Plantéate si debes escuchar a quienes militan en la ignorancia,
a quienes quieren imponer la mentira,
a quienes juzgan a los demás sin conocer sus circunstancias,
a quienes no razonan lo que afirman y van pidiendo que creas en sus palabras huecas,
a quienes piensan, hablan y actúan como si no hubiera nadie más que ellos en el mundo,
a quienes ponen el yo muy por encima del todos,
a quienes no quieren la paz real, sino su propia tranquilidad y la de su tribu,
a quienes odian y promueven el odio y nada más que el odio.
A todos estos, que solo van a lo suyo, si es que los escuchas, te sugiero que no les hagas caso.
En cambio, escucha atentamente a quienes dan muestras evidentes de buena voluntad,
a quienes promueven un mundo mejor para todos,
a quienes hablan de igualdad, de libertad, de justicia,
a quienes hablan desde la pobreza, desde la impotencia, desde el lado bajo de la desigualdad,
a quienes no defienden sus intereses particulares,
a quienes quieren dialogar y no imponer sus criterios a los demás,
a quienes no te parezcan más listillos, sino más inteligentes que tú,
a quienes hayan dado muestras de generosidad, de nobleza, de comprensión,
a quienes dan más de lo que piden,
a quienes ofrecen esperanza,
a quienes son víctimas de la discriminación, de la desigualdad, de la exclusión, del abuso, de la explotación y de la deshumanización.
Ellos sí tienen algo que decirte, aunque no pronuncien palabra alguna.
Hay una sordera voluntaria que va aumentando por todas partes.
Esto hace crecer el grito, el gesto aparatoso, la expresión exagerada, pero va muriendo en silencio la palabra sosegada, el diálogo tranquilo, la conversación llena, la relación rica y la escucha.
Si hay una persona importante, indispensable, en la vida de cualquier ser humano, esa persona es la madre. Por eso, con cariño, le deseo a todas las madres que lean esto un día y una vida llenos de buenos momentos, de alegría y de amor.
Aunque el origen de este Día de la Madre es comercial, creo que conviene, como en cualquier “Día”, reflexionar un poco sobre en qué consiste ser madre y si hay que prepararse o no para ser madres.
Ya ha nacido el bebé. Es un ser humano pequeñito, encantador y absolutamente necesitado de cariño y de atenciones, sin las que sería imposible que viviera. Yo, si fuera madre o quisiera serlo, me plantearía algunas preguntas. Por ejemplo, lo tengo que educar, porque todos nacemos “en bruto” y tenemos que aprender y acostumbrarnos a vivir en sociedad como seres humanos. Y eso ¿cómo se hace? ¿de cualquier manera? ¿lo hacen ellos solos? ¿hay que conocer cómo evolucionan los niños para poder tratarlos adecuadamente en cada momento? ¿hago yo con mi hijo lo mismo que hizo mi madre conmigo hace ya unos cuantos años? ¿lo acostumbro a razonar o le dejo hacer lo que le apetezca? ¿le hago ver desde pequeño que todos somos iguales y que no hay que discriminar a las chicas o creerse superior a ellas? ¿les regalo muñecas a las niñas y camiones a los niños? ¿los visto de rosa y azul? ¿le acostumbro a creer que ser libres es hacer lo que a cada uno le dé la gana o que consiste en ser capaz de hacer lo que en cada momento “debe” hacer? ¿lo llevo a la iglesia para que lo adoctrinen allí o espero a que sea mayor y que vaya él o ella si quieren? ¿lo llevo a una escuela en la que le hablen de la realidad o solo de una parte de la realidad? ¿cuido su sensibilidad? ¿le muestro valores positivos, humanos, que crean un mundo mejor, o dejo que haga lo que quiera? ¿leo para que lea o estoy todo el día con el móvil para que luego lo estén él o ella también? En fin, que ojalá el día de hoy transcurra en un intercambio alegre de amor entre madres, hijos e hijas, pero que en algún momento de algún día, hagamos el muy humano acto de racionalizar lo que hacemos.
A ningún centro comercial se le va a ocurrir crear el “Día de los hijos”, porque no les sería rentable. Pero los hijos también deberían razonar sobre cuál es su papel y su actitud en su relación con una persona que les dio la vida y el amor necesario para sobrevivir.