sábado, 12 de enero de 2013

Alguien debería decir... Aceras




Alguien debería decirle a cada vez más gente que las aceras no son de uso privado y exclusivo de nadie. Es muy frecuente encontrarte con personas de todas las edades que van por la calle charlando y ocupando toda la acera, dándoles igual que tú vayas en dirección contraria. O te quitas, o te bajas a la calzada o te desintegras, pero pocas veces alguno de ellos hace un gesto de apartarse un poco para compartir la acera. El individualismo al que nos está llevando esta manera neoliberal de entender la sociedad está llegando a comportamientos francamente desagradables.  

Una mujer no es su coño




Ayer, gracias a una amiga, encontré el blog Viajamor, en el que su autora, Elena Alonso, publicó un interesantísimo post titulado A qué huele el coño. Te recomiendo mucho su lectura. Puedes acceder a él pinchando sobre su título.

En mi opinión, el post refleja muy bien tanto la actitud del machista chistoso, que se cree con la capacidad de decir estupideces sin límite relacionadas con la mujer, como la de la mayoría de las personas, quienes, por no crear una situación desagradable, toleran al chistoso y sus bobadas, perpetuando así una situación lamentable de discriminación y de falta de respeto. El post muestra también la encomiable actuación de la autora, que, rompiendo moldes, supo estar a la altura de su dignidad, desarmando al irrespetuoso machista.

Yo quisiera aquí insistir en algunas características de este proceder machista, que ignora por completo el respeto y la consideración que se le deben, en este caso, a cualquier mujer e invitar a reaccionar y desenmascarar la perniciosa injusticia que estos tipos practican.

El machismo es un tipo de discriminación por el que ciertos hombres se creen superiores a las mujeres, creyendo, además, que sus funciones sociales -englobadas en lo que se llama el género masculino- son superiores a las propias del género femenino.

En general, todas las discriminaciones -el machismo, el racismo, la xenofobia, etc.- se basan en una supuesta superioridad del discriminador, lo cual le lleva a creer que puede decir y hacer lo que le dé la gana, anulando el respeto a las personas discriminadas. Esto es lo que le empuja a hacer chistes estúpidos que cosifican y despersonalizan a las mujeres, y que las tratan como si fueran objetos sin dignidad.

Estos chistosos machistas, además, a causa de la falta de dignidad que padecen, han perdido el sentido del ridículo. Es lo que les lleva a pensar que las tonterías que dicen son el colmo de la gracia y del ingenio y a ridiculizar a las que consideran inferiores. Se creen así que quedan por encima de ellas y que adquieren el reconocimiento de los demás. Ante las personas sensatas, sin embargo, lo único que hacen es aparecer como seres pobres en humanidad y como cretinos descontrolados, de los que habría que huir en una próxima ocasión.

Estos machistas tan supuestamente graciosos no son capaces de saber que se retratan con sus chistes y sus chascarrillos. Dan muestras de gran insensibilidad hacia unos colectivos con problemas, que son precisamente aquellos a los que convierten en objetos de sus desgraciadas gracias. Y parece que intentan cubrir sus carencias comunicativas, su falta de temas de interés, sus frustraciones, su alarmante falta de ética o su deficiente realización personal con sus chistes, esperando con ellos el aplauso de la concurrencia, cosa en la que generalmente fracasan.

Me parece muy valiente y meritoria la reacción de la autora del post, plantándole cara al chistoso y dejando bien claro el lugar y la dignidad de la mujer. Me gustaría que hombres y mujeres fuéramos capaces de colaborar en la tarea de hacer real la igualdad y que estuviéramos más dispuestos para hacerles ver a estos tipos que si quieren hablar de la mujer, la traten como a una persona, sin reducirla a alguna de sus partes y sin referirse a ella como lo haría un animal en celo.

Amor 31





Amar es repartir el placer entre los dos.

Buenos días. Raros




Vivimos en medio de una tendencia brutal a lo fácil, a lo no complicado, a lo que tiene resultados inmediatos, a lo que no exige esfuerzo, a lo cómodo, a lo de todos los días, a lo que muchos llaman “lo normal”. Luego, sin embargo, nos quejamos de que estamos dominados por la insatisfacción, por el aburrimiento, por la rutina y por la desilusión. ¿Por qué no intentamos ser raros y raras? ¿Por qué no probamos a huir de “lo normal”? ¿Por qué no intentamos ser nosotros mismos? ¿Por qué no intentas de una vez ser tú?

El calendario de Bautista 12/1/2013. Liliana Cavani



Tal día como hoy de 1933 nació la cineasta italiana Liliana Cavani. Tienes más información aquí.

Uno de las grandes películas de Liliana Cavani fue Más allá del bien y del mal. Puedes verla ahora íntegramente.




viernes, 11 de enero de 2013

Güemes y la estética




Hoy ha saltado la noticia del tipo del PP, Güemes, que se lo ha montado divinamente para enriquecerse con un servicio que debería ser, como lo era, público. Lo ha anunciado la SER y también lo ha comentado. Pero yo me he quedado de piedra cuando una comentarista esta mañana ha dicho, sin que nadie le objetara nada, que el asunto era legal, pero que “estéticamente” a ella no le parecía bien. Y lo repitió: “estéticamente”. Este tema es impresentable, pero desde el punto de vista de la ética, no de la estética. Y hay que hablar claro para no confundir más a la ciudadanía. Estos tipos son unos golfos porque carecen de la mínima ética racional y democrática. Usan lo que sea y como sea para conseguir beneficios y se quedan tan tranquilos. Eso es un muy serio problema ético. ¿A qué viene aquí meter aquí la estética, como si esta maniobra fuese sólo “fea” y no una inmoralidad? Vamos muy mal.

Alguien debería decir. Semáforos




Alguien debería decirle a los ciudadanos que los semáforos no están en la ciudad de adorno, sino para hacerles caso y poder andar seguros por la calle. Las carencias éticas cada vez más grandes se notan mucho en estos pequeños detalles. Hay quienes se consideran tan listos que creen que no tienen por qué cumplir normas, que ellos saben siempre lo que tienen que hacer y que nadie tiene que poner freno a sus deseos. Estas personas son ciudadanos porque viven en la ciudad, pero no porque sean seres humanos que, junto con los demás y con las normas que favorecen la convivencia de todos, formen parte de lo que debería ser una ciudad. Y me refiero tanto a los viandantes de todas las edades, que cruzan la calle cuando les da la gana, como a los conductores, para los que los semáforos parecen palos tontos ante su portentoso talento y su irrefrenable iniciativa.

Amor 30





Amar es saber lo que la persona amada necesita, lo que desea, lo que le hace feliz.

Buenos días. Tacones




Ponle tacones a tu alma. Crécete. Lúcete. Súbete. Verás lo grande que eres.

El calendario de Bautista 11/1/2013. Celia Sánchez




Tal día como hoy de 1980 murió la revolucionaria cubana Celia Sánchez. Tienes más información aquí.