sábado, 22 de noviembre de 2008

Alumnos


¿A qué hora se acostarán los niños de E.S.O.? 

¿Por qué llegarán tarde tantos de ellos a la primera hora? 

¿Por qué se pasan la primera parte de la mañana bostezando? 

¿Les controlará alguien su horario? 

¿Habrán adoptado un hábito sano de descanso? 

¿Cómo es que muchos de ellos llegan sin desayunar? 

¿Por qué es cada vez más frecuente oírles decir que están allí por obligación, que si no, no estarían? 

¿Por qué, ellos o sus padres, dan teléfonos falsos, de forma que no hay manera de contactar con sus padres? 

¿Por qué están aumentando los casos de violencia de los padres hacia los profesores? 

¿Por qué hay alumnos que cuando les das un ejercicio, te dicen que no les des papeles, que ellos no han ido allí a trabajar, sino sólo a estar? 

¿Por qué ....? 

Uff.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Lo inalterable


El 5 de noviembre, la cada vez más interesante escritora Elvira Lindo, incluía en su artículo de El País una frase que retrata muy bien la actitud antigua que habita en muchas mentes recubiertas de complementos y tics modernos. Decía que:

…es cierto que en esta época en la que cada ciudadano tiene en su boca una gran verdad histórica, a lo que menos atención se presta es a lo que escriben los historiadores y recuerdan los testigos. Para qué, si ya tenemos nuestra inalterable versión de los hechos.

Una inalterable versión de los hechos o de lo que sea es lo peor que puede tener un ser humano. La vejez comienza cuando lo inalterable –no hay nada más inalterable que la muerte y que lo muerto- hace su aparición en la vida de alguien. Porque la vejez no es cosa de los años, sino de la actitud ante la realidad.


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jueves, 20 de noviembre de 2008

Paseando por la vida / 22


Pero ¿quién es este Andrés? ¿Qué interés tiene este depósito para que yo lo prefiera? ¿Porque se llame Andrés? ¿Qué significa Andrés? Parece que viene del griego y que significa 'hombre' y 'viril', con lo que ¿entramos de nuevo en el campo del machismo?


Me parece que hay veces en las que el marketing se vuelve un poco raro.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Golfología / y 8


Modelo VII


El golfo que, encima, quieren que trabaje.


Para el golfo "lo normal" es siempre un plus. A un golfo no se le podrá pedir jamás que, tal como están las cosas, tenga que hacer un plus con respecto a su ardua labor cotidiana de aparentar que hace lo que no hace. La frase clave con la que intenta justificar su negativa siempre incluye el término ‘encima’: ‘encima quieren que hagamos…’, ‘encima se creen que son…’, ‘encima pretenderán que lo hagamos nosotros todo…’. El destinatario de todos estos encimas es siempre un superior ausente.

Esta panoplia, ni mucho menos exhaustiva, de golferías variadas exige que el golfo sea un ser tolerado por la superioridad. Un jefe que tolera lo intolerable, o que mira atentamente para otro lado, o que no tiene intención de meterse en líos, o que no sabe qué hacer es lo que necesita el golfo para existir como tal. Y, también, un sistema de control que se dedique al papeleo, o a proyectos estadísticos, o a las relaciones externas o que, simplemente, esté ocupado por otro golfo.


martes, 18 de noviembre de 2008

Ángel Guinda en la Biblioteca Nacional


No quiero que se me pase la oportunidad de avisarte de que el próximo lunes 24 de noviembre, a las 19 horas, el poeta Ángel Guinda leerá algunos de sus poemas en la Biblioteca Nacional.

El acto irá precedido por una representación de poemas de sor Juana Inés de la Cruz, a cargo de Alicia Lobo y Daniel Ortiz.

He ido varias veces a actos en los que participaba Ángel Guinda. En ellos he aprendido a darme cuenta de cómo es mi mundo cuando entro al acto y cómo es cuando salgo. El cambio suele ser tremendo. No sé si la causa de tal transformación será Ángel o la poesía. El caso es que se da. Por eso te recomiendo vivamente que acudas al acto y que lo hagas con actitud receptiva. Gozarás.

Te dejo aquí una breve reseña biográfica y bibliográfica de Ángel Guinda, y otra más.

Un ruego. Si vas al acto y no me conoces, pero me reconoces, por favor, acércate y dímelo. Para mí será un placer conocerte.

Y porque la poesía siempre viene bien, pongo aquí una de nuestro poeta, extraída de su último libro Claro interior, publicado en la editorial Olifante. 

Cuenta atrás

Quiero vivir.

Vivir un año más,
un mes,
una semana,
un día más.

¿Para qué, para quién?
No lo sé,
pero quiero vivir.

Querer vivir
es ya una vida más.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Paseando por la vida / 21


¿Tiene que ver el vino con el pecado? Como, según la mayoría de las religiones (es prudente dejar la puerta abierta), el placer es malo y hay que condenarlo, es posible que vean en semejante creación cultural una posibilidad de condenación eterna. En todo caso, tiene que quedar claro que el vino no es malo, que el malo es el ignorante que se lo toma sin saborearlo, sin saber lo que hace y con la intención de perder la conciencia, más que de ser consciente de lo que puede gozar.


En Jerez se elaboran muchísimos vinos, a cual más interesante y placentero. Uno de ellos, quizás el más conocido, es el vino fino. Algún bodeguero debe tener las ideas un poco peculiares cuando ha creado un fino al que le ha endosado el nombrecito que aparece en la foto. ¿Será un fino concebido para beatos/as, meapilas, capillitas, fundamentalistas, integristas o gente de alma delicada? ¿O será simplemente un cachondo que quiere llamar la atención?
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domingo, 16 de noviembre de 2008

Golfología / 7


Modelo VI


El golfo simpático


El humor puede usarse con mucho éxito, si se sabe hacer, para actuar como un golfo sin que los que no andan por la realidad, sino que la sobrevuelan, lo noten. La táctica consiste en este caso en expresar de forma amable y chistosa todo aquello que el golfo no esté dispuesto a hacer, de forma que, poco a poco y con alguna que otra risita del tonto cooperante, vaya calando entre los afectados la idea de que lo normal no es lo que hay que hacer, sino lo que ha venido diciendo con salero el golfo gracioso que habría que hacer.

Imaginemos que la hora de entrada a la oficina es la de las 8. El golfo intentará con argumentos humorísticos justificar, por ejemplo, que no es tan grave entrar a las 8 y 15, incluso que eso mejorará el tono vital de los trabajadores y, posiblemente, el rendimiento. Naturalmente, la hora de salida será la misma, porque, en caso contrario, empeoraría el tono vital y estaríamos en las mismas.

La figura del golfo gracioso es una de las más destructivas y dañinas con que puede contar un colectivo. Su neutralización exige mucho arte y un cuidado extremo para no salir mal parado en el intento, pues se lucha no sólo contra una golfada, sino contra una situación que a los ojos de muchos puede ser meramente cómica y agradable.


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sábado, 15 de noviembre de 2008

Paseando por la vida / 20


El ideal es que no te tengas que mover para nada. Ni para apagar la tele (gran error: no tenías que haberla encendido), ni para hacer la compra (tú verás lo que haces), ni para comprar el periódico (te estás quedando sin sensibilidad en las manos), ni siquiera te tienes que mover para moverte, porque te puedes comprar una cinta para andar en casa sin avanzar (el aburrimiento se está apoderando de ti. Ten cuidado). ¿Y para comprar un condón? Pues tampoco. Hay tiendas que te los sirven en tu domicilio para que no gastes energías tontamente. Una de ellas es ésta, en la Isla de San Fernando. Pero hay muchas más. Si estás interesado o interesada, investiga.
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viernes, 14 de noviembre de 2008

Golfología / 6


Modelo V


Al golfo se le quedan obsoletos los medios



El golfo intenta siempre dar la imagen de ser el más listo del lugar. Suele dar la impresión de que está en cualquier tema, más que a la última, a la siguiente de la última. La táctica consiste en manifestar que los medios que pueden usarse se han quedado obsoletos. No dirá que son ineficaces, porque puede que haya alguien que opine lo contrario, sino que se han quedado anticuados y que casualmente está a punto de salir el procedimiento, programa, herramienta o artefacto que hará mucho más fácil la solución del problema en cuestión. Merece la pena, pues, esperar un poco porque las ventajas serán enormes. Luego, la esperada novedad tardará en salir, o será cara, o no estará traducida o tendrá algún problema, con lo que habrá pasado el tiempo y el problema posiblemente habrá muerto de aburrimiento, con cualquiera sabe qué consecuencias o, quizás y con un poco de suerte, ya no se estará en situación de solucionarlo. El golfo, a los ojos del incauto o del interesado, posiblemente habrá quedado, además, como un intelectual estudioso de la situación y que sabe un montón de los últimos avances del tema del que se trate.

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jueves, 13 de noviembre de 2008

La discreta alegría de una victoria

Sin duda, da alegría saber que Barack Obama ha ganado las elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica. En principio, porque la ideología del Partido Demócrata parece más social, abierta y humana que la del Partido Republicano. Y además, porque Obama tiene la piel negra y eso, en una sociedad con tantas incrustaciones de racismo, incluso en un mundo en el que esta lacra abunda tanto, supone una buena noticia y una esperanza en el camino de la humanidad hacia la igualdad y la justicia.

Pero la victoria me deja un poso de inquietud. No nos podemos limitar a contemplar la negritud del personaje. Eso no lo es todo. Es sólo la apariencia, lo espectacular. ¿Qué hay dentro del personaje?

Francisco G. Basterra, en su crónica para El País del 8 de noviembre, advertía con claridad:
No volvamos a equivocarnos. Obama no es un radical, ni un socialdemócrata europeo. No firmaría una ley para posibilitar el matrimonio gay; defiende el derecho a realizar acciones militares preventivas cuando estén en juego los intereses de Estados Unidos y se reserva la posibilidad de actuar internacionalmente sin cobertura de la ONU; no es contrario a la pena de muerte, ni parece que desee restringir el sacrosanto derecho de sus ciudadanos a tener armas en la mesilla de noche.

Es una buena noticia, porque la otra posible hubiese sido muy mala y porque no volveremos a ver al impresentable de su antecesor. Pero yo, al menos, tengo mis reservas.

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