miércoles, 11 de junio de 2014

Buenas noches. Manos




Lo único que quería decirle era que la quería. Tomé su mano y la acaricié con decisión, pero con ternura. Aunque su mano estaba más bien fría y la mía ardía, había sintonía entre su mano y la mía, entre su piel y mi piel. No tenía ningún mensaje particular que fuera distinto del de mostrarle mi cariño con cercanía, con claridad, con fuerza. Cuando pasaron unos momentos, ella puso su mano sobre la mía y mi cariño quedó arropado por el suyo. A través de su mano, ella también decía que me quería. Buenas noches.

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