jueves, 18 de octubre de 2018

Buenas noches. Envidia




La envidia es negra. Tiene garras. Le gustaría atacar a su presa, desgarrarle la piel y sacarle de cuajo las entrañas para dejarlas luego tiradas en el camino. La mayor parte de las veces no puede hacerlo. Entonces dirige sus garras hacia su propia mente y la va destrozando poco a poco, engullendo sus propios negros pensamientos, bebiendo su propia bilis y dejando que su asco asome por una de las comisuras de sus labios mordidos por la desesperación. Como propugnaba Dante, habría que coserles los ojos para que no sintieran el placer de ver caer alguna vez a alguna de sus víctimas. Poco arreglo tiene el envidioso, mientras no sea capaz de liberarse del odio del que mana esa envidia. 

Buenas noches.

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