Le he echado un vistazo al parto del
Ministerio de Educación para regular los contenidos de las
asignaturas de Educación para la Ciudadanía y Ética, ambas de la
ESO, para alumnos entre 12 y 16 años.
El sentido de estas asignaturas es el
de educar a los ciudadanos, darles criterios racionales para que
actúen como seres humanos junto con los demás y que aprendan a
vivir en un mundo tan complejo como el actual.
Pues bien, en los programas de ambas
asignaturas no aparece nada que hable de sexo, ni de las distintas
orientaciones sexuales que se dan en la sociedad, ni de las diversas formas de componer una familia, ni de racismo, ni
de violencia de género, ni de xenofobia. El tema de la emigración,
con la cantidad enorme de inmigrantes que hay en las aulas, ni se
toca. Se habla del papel de la iniciativa económica privada en la
generación de riqueza, pero no de la pública. Y a los niños de 14
años de 2º de ESO se les habla de asuntos como el de los criterios
jurídicos de adquisición de la nacionalidad española. Un chaval que sólo supiera lo que le dijeran en clase no se enteraría de nada de lo que hay en el mundo. Sospecho que en muchos colegios privados y concertados es lo que va a ocurrir.
Creo que estos intelectuales no tienen
ni idea de lo que es un alumno joven, ni cómo educar a un ciudadano,
ni qué es la libertad, ni la igualdad, ni qué alumnos hay hoy en
las aulas, ni qué necesitan ni qué conviene decirles para ayudar a
que crezcan como seres humanos. Parece que quieren sólo gente bruta,
poco cultivada y sin criterio. Si lo logran, no sé éstos cómo van
a reaccionar.
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