Entrevistada hoy en Boulevard de Radio Euskadi por Miriam Duque.
Aburrirse puede ser el preludio de la creatividad.
Pero en nuestra sociedad el estar sin hacer nada tiene muy mala prensa; y parece que tenemos que estar ocupad@s haciendo algo sin descanso para no sentirnos culpables.
Y, sin embargo, las grandes ideas y proyectos suelen surgir en los momentos relajados; porque la creatividad requiere de tiempo y tranquilidad para que del cerebro puedan fluir pensamientos y deseos.
Tendemos de forma equivocada a programar con actividades constantes todo el ocio de l@s niñ@s. Pero son ell@s por sí mism@s l@s que cuando se aburren pueden empezar a generar ideas o acciones creativas que les saquen del tedio.
Y necesitan que se les permita la oportunidad de hacer cosas sol@s e inventar planes y objetivos que nazcan de ell@s como un juego libre, imaginativo, no estructurado ni impuesto.
También las personas adultas deberíamos ser conscientes de que vivimos en una sociedad muy impulsiva que nos lleva al acto de forma compulsiva y ello nos genera estrés y ansiedad.
Y deberíamos reflexionar y concienciarnos de que actividades contemplativas como permitirse pensar y sentir, son funciones humanas vitales que florecen cuando no hacemos nada aparentemente productivo.