No busques demasiado dentro de ti. La
vida está ahí fuera. Lo que haya dentro de ti, sea bueno o malo,
sácalo, ventílalo, escríbelo, olvídalo, o, por lo menos,
compártelo. El alimento para la vida está ahí fuera. Son las demás
personas, sus problemas, sus ilusiones, sus dificultades... eso es lo
que te puede llenar la vida. A todos nos ha ido mal la vida en algún
sentido, pero la vida de verdad es la que queda por construir, es el
hoy que hay que llenar con alegría, con generosidad, ¡con
generosidad!, con olvido de uno mismo y con preocupación por lo que
haya ahí fuera. Vivir es relacionarse. No te malgastes por no
relacionarte. Sal de ti. Olvídate de ti. Vacíate de ti. Llénate
con lo que haya ahí fuera. Quiérete mucho para que puedas querer
mucho a los demás. Buenos días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
lunes, 10 de junio de 2013
El calendario de Bautista. 10/ 6/ 2013. Sigrid Undset
domingo, 9 de junio de 2013
Buenas noches. Sensibilidad 1
Tener buenos sentimientos y expresarlos
es bueno, sano y muy humano. Pero creo que no podemos quedarnos sólo
en los sentimientos. Eso es lo que quiere el poder que oprime.
Además, tenemos que pensar. Esto es lo que no quiere el poder que
oprime. Y para pensar, lo primero que hay que hacer es cuidar,
cultivar nuestra sensibilidad. Sin sensibilidad, sin que notemos lo
que pasa a nuestro alrededor, lo que hay y lo que nos pasa, ni
podemos pensar ni podemos hacer otra cosa más que tragar con lo que
quiera el poder que oprime.
Para cuidar nuestra sensibilidad creo
que hay que empezar teniendo mucho cuidado con las grandes palabras.
Son muy tramposas. Por ejemplo, hay quien habla de libertad, de la
importancia de la libertad y de la necesidad de la libertad. Luego,
vas por la calle, y en nombre de la libertad, el primer zopenco que
aparece te pone los pies en el asiento del bus, te molesta de
múltiples manera, te hace una pintada debajo de tu ventana, lanza un
eructo o se mea en una maceta. ¿Para qué sirve esa libertad? Para
dormirnos, para llenarnos el cerebro de arena, para cegar nuestros
ojos. Si queremos analizar lo que ocurre, tenemos que ir a lo
concreto. No a la libertad, sí a las libertades. Eso ya le
duele al poder opresor. Si miramos cómo está, no 'la' libertad,
sino la libertad de expresión, la libertad de hacer con tu cuerpo lo
que quieras, la libertad real de elección de una educación para los
hijos, la libertad de las mujeres, la libertad cultural, la libertad
artística, etc., entonces nos vamos haciendo sensibles a lo que
ocurre y vamos tomando conciencia de lo que en realidad -y no sólo
en palabras- ocurre.
Descansa bien esta noche, porque mañana
deberíamos ponernos a sensibilizarnos, una libertad que no nos
pueden quitar -espero- es la de crear nubes de cariño que nos
reconforten y nos saquen de dentro una sonrisa de paz. Buenas noches.
Elegancia /8
La persona elegante realiza las
actividades que puedan afectar a los órganos sensoriales de los que
están a su alrededor (como, por ejemplo, comer) en los lugares
adecuados para tales fines.
Buenos días. Te lo estamos pidiendo
Tú no eres nada sin los demás ni sin
el mundo. Quiérete. Cuídate. Será la mejor manera de que nos
quieras bien. Quiere a los demás. Será la mejor manera de que
crezcas tú. Ama el mundo. Ama la vida. Te olvidarás de ti y podrás
estar a gusto. Nunca creas que la vida es sólo alegría, pero échale
alegría. Los demás lo necesitamos. Todos y todas te estamos
pidiendo que nos quieras. Buenos días.
Buenas noches. Cuarenta razones
Hay cuarenta razones. O quizás haya
más.
Hay cuarenta razones para estar
orgulloso de lo que se ha vivido. Hay cuarenta razones para tener
muchas ganas de vivir. Hay cuarenta razones para sentirse miembro
activo de este mundo. Hay cuarenta razones para creer que la vida no
es sólo de unos pocos, sino de todos. Hay cuarenta razones para
poder disfrutar de la alegría. Hay cuarenta razones para creer en el
ser humano, por lo menos mientras se pueda. Hay cuarenta razones para
que una sonrisa consiga la victoria. Hay cuarenta razones para
meterle a la vida el berbiquí y sacarle todo su jugo. Hay cuarenta
razones para que cada día pueda ser una fiesta. Hay cuarenta razones
para no abandonar. Hay cuarenta razones para no adelantar los
acontecimientos. Hay cuarenta razones para que tú seas tú. Hay cuarenta
razones para ir más despacio. Hay cuarenta razones para disfrutar.
Hay cuarenta razones para amar. Y mañana es cuarenta de mayo.
Hay cuarenta razones. O quizás haya
más.
sábado, 8 de junio de 2013
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