domingo, 5 de noviembre de 2023

Si te abres, creces



Aunque algunos se empeñen en negarlo, creo que vivir es evolucionar. Otra cosa es que alguien elija pararse en algún momento vital y decida que ya no quiere evolucionar, pero lo que alguien haga individualmente no es lo que le ocurre al resto de la humanidad, ni al mundo, ni a la cultura ni a la historia.

Yo procuro mantenerme abierto al mundo, atento a lo que ocurre. Intento analizarlo y reflexionar sobre mis opiniones y mis dudas. Y, a veces, me doy cuenta de que lo que yo creía tener claro no lo está tanto, y necesita ser matizado, perfilado con más atención.

Si uno no cierra su mente a nada, no solo comprende mejor al otro -y comprender a alguien no es lo mismo que darle la razón, sino ver por qué piensa así, o dice lo que dice o hace lo que hace-, sino que se descubren las propias carencias, los deseos no cumplidos, las ideas excluidas sin motivo suficiente.

Vivir como un ser humano es no considerar nada como absoluto ni como definitivo ni como lo único, es someter a crítica todo el contenido de la mente y todas las vivencias que se puedan tener, es no imponerle nada a nadie, salvo la Ley, es no juzgar basándose en las apariencias, sino procurando ver la vida desde el punto de vista de la otra persona. De esta manera, no sintiéndose el afortunado poseedor de la verdad, sino solo un buscador más de lo bueno, es como podemos crecer como los seres humanos que somos.

Otra cosa es que hoy quien opta por crecer lo tenga que hacer muchas veces en soledad, y que quizás por eso haya quien renuncie a crecer, pero este es otro asunto.



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