Como ya dijimos, lo ideal y el propósito del matrimonio era que este durara toda la vida y pudiera continuarse en la vida después de la muerte, en aquella segunda vida tan ansiada para los egipcios. Pero, una cosa es lo que se pretende y otra lo que se consigue y por ello, el divorcio en la civilización nilótica era algo establecido como normal, pero no era demasiado frecuente...
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