A veces este mundo es maravilloso y la
salsa de la vida te inunda y te hace saborear cada instante, cada
rato, cada día. Otras veces es seco, como si la negrura de un
prejuicio eliminara cualquier brote de vida fresca. Otras es
desesperanzado, trágico, desangelado, como si la nada futura se
hiciera presente en cada instante. Es duro tener que mirar casi
siempre hacia dentro, en donde las fuerzas flaquean con frecuencia,
para encontrar la luz que guíe nuestro camino. Hay poca solidaridad.
Hay poca amistad. Hay poca humanidad. Con tanta frecuencia hay tan
poco que decir y tan poco en donde agarrarse... Buenas noches. Besos
y abrazos, si los quieres.
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