Es muy habitual que tengamos la mente
rebosante de prejuicios, de ideas que no son nuestras ni que hayamos
pensado nunca, de modas impuestas y de costumbres que no sabemos por
qué reproducimos. Es posible que algún día nos cansemos de ir por
la vida con una carga tan pesada y tan poco nuestra. Entonces,
empezaremos a criticarlo todo y a preguntarnos el porqué de cada
asunto. Probablemente comenzaremos a destrozar todas esas baratijas
que nos han acompañado desde siempre y que nos han gobernado. Sólo
entonces estaremos en situación de crear nuestra propia vida, de ser
nosotros mismos, de que no sean otros los que vivan en nosotros.
Veremos entonces que vivir no es reproducir lo de otros, sino
producir lo nuestro; que la vida es un conjunto de alegrías y de
penas, pero que son nuestras y que nadie debe vivirlas por nosotros.
Buenas noches.
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