No veo otra salida que la de ser un
pesimista activo, alguien que tiene que intentar cambiar el mundo sin
estar demasiado dotado para ello, uno que tiene que fabricarse la
propia esperanza porque fuera no la ve, una persona sensible ante las
otras personas, pero que ve lo que no quiere ver y prevé lo que no
le gusta prever. Malos tiempos estos y los pasados y los venideros.
El día que se caiga el cariño no sé qué pasará. Buenas noches.
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