Primero,
Zapatero le dio una patada a
Tomás Gómez en el culo de
Trinidad Jiménez haciendo que ésta se presentara a la competición. Logró así que aquél se despertara, pero luego, los militantes de Madrid, haciendo oídos sordos a las que, según las encuestas, parecían las preferencias de los ciudadanos, y para alborozo de la derecha sedienta, le dieron otra patada a
Zapatero, de nuevo en el culo de
Trinidad Jiménez. Todo hace pensar que ahí dentro hay una guerra o una epidemia de ceguera. Y también que
Trinidad Jiménez no se merecía un trato tan desconsiderado.
Trinidad Jiménez sólo estuvo al servicio de su jefe y Tomás reivindicó lo que en un principio le habían puesto en las manos y quisieron quitárselo a través de Jiménez. Posiblemente la elección de Tomás sea una venganza de los militantes al mal trato que se les ha dado a ambos candidatos. Desafortunadamente alguien tiene que pagar el pato y le ha tocado hacerlo a Trinidad. ¿Crees que si hubiera ganado las primarias Jiménez no sería Tomás el receptor de ese trato tan desconsiderado del que hablas?
ResponderEliminarY todo, por darle la patada en el culo al propio Zapatero.
Otra cosa, no sé por qué la derecha está tan alborozada. Después de toda la pantomima del PSM, no veo yo que las cosas estén tan claras como hace tres meses. Creo que Tomás tiene ahora muchas más posibilidades...
Esperemos un poco. Y que nadie cante aún victoria.