Señores padres:
Les devuelvo a casa ese enorme pedazo de casquería antropomórfica que engendraron ustedes un día que tuvieron una corazonada caliente y no supieron encauzarla. Sin el menor rubor y sin ninguna vergüenza han llevado ustedes a ese ser a la escuela en estado salvaje. Su pobre vida no tiene sentido porque se limita al presente. Se entretiene molestando, impidiendo que los demás puedan aprender y actuando como un animal encerrado en una jaula. Han logrado ustedes convertirlo en un inútil porque se ha acostumbrado a hacer únicamente lo que le apetece. No tiene la menor idea de si lo que le apetece es bueno o es malo y no le preocupa lo más mínimo saberlo. Ese enorme ser cárnico que nos han traído no sabe ni siquiera que existe. Y ustedes deben estar haciendo cualquier cosa que les permota olvidarse de que existen como padres. Así que se lo devuelvo a casa para que les sirva de recordatorio. Que lo disfruten.
No sé qué te estarán haciendo este año, pero si sigues así, te vas a quedar calvo de los disgustos y del estrés!
ResponderEliminarUn beso =)
Esto me llega hoy en un día malo, malo de clase. Yo sé que necesitamos desahogarnos, pero esa no es la solución. ¿Alguien sabe cuál es la solución con estos individuos, aparte de devolvérselos a sus padres? Digo yo que algo habrá... ¿no?
ResponderEliminarÁnimo.
Madre mía, cómo está el patio, debe de ser muy serio el asunto para llegar a escribir esto...
ResponderEliminarPues creo que más de un docente querría hacerlo, y seguro que en muchas ocasiones. Debe ser insoportable.... Y desde luego la mayoría de los profesores tiene una paciencia infinita...
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