He encontrado esta carta en Facebook y creo que es necesario difundirla.
A todos y todas las que habéis votado al PP y seguís apoyándolos, ya sea a nivel nacional o en la Comunidad de Madrid, me gustaría daros un puñetazo en el alma, que también sangra si se la golpea con suficiente fuerza.
Entre vosotros seguro que tendría que pegar a unos cuantos familiares, amigos y conocidos, pero os lo mereceríais, por cabrones.
Como soy de la opinión de que una paliza no se justifica si no se explica antes el motivo, os lo voy a dejar bien claro.
Me llamo Roberto, esposo de Eva y padre de dos hijos. El cuarto cumpleaños del pequeño lo celebré en el hospital luchando para vencer el cáncer que quería matarme.
Hace tres años sufrí tratamiento quirúrgico, quimioterápico y radioterápico. Desearía que sufriérais cada una de las arcadas y llanto que tuve que pasar porque, por vuestro voto culpable, hoy estoy un paso más cerca de sufrir de nuevo el infierno. Yo, y todos los pacientes oncológicos que se ven afectados por los recortes que Esperanza Aguirre y el Gobierno del PP se niegan a aceptar, mintiendo como hacen siempre.
Este es mi caso particular. Ojalá infecte vuestro corazón.
Tenía cita prevista con mi oncólogo a inicios de Julio. Él y otra doctora más se han jubilado y, por culpa de los recortes que el gobierno del PP está implantando en la sanidad, me he quedado sin especialista y mi cita se ha movido a Septiembre, ya que el Hospital no va a suplir dichas plazas con nuevo personal.
¿Que pasa con los pacientes de esos oncólogos? La respuesta del hospital La Princesa, en Madrid, es que sus expedientes se valorarán de forma “virtual” por la Responsable de Oncología y, si hay algún problema en las pruebas, llamarían al paciente. Si no, la cita de septiembre permanecerá.
Por si no lo tenéis claro, os lo recordaré. Los enfermos oncológicos tenemos derecho a que un especialista nos revise personalmente en los plazos estipulados según el procedimiento marcado. No me vale una revisión virtual. ¿Queréis saber porqué no me fío? Cuando me detectaron mi primer cáncer no me avisaron y transcurrieron más de dos meses hasta que caí en manos de una especialista que me trató. En ese tiempo, mi tumor pasó de dos centímetros a más de seis, y sufrí tratamiento quimioterápico más fuerte y con peores efectos secundarios.
Esperanza Aguirre, Rajoy y el resto de políticos con responsabilidades hoy en día son culpables de todo el sufrimiento que se va a causar a víctimas de sus recortes y familiares. Y en la cadena de responsabilidad también estáis vosotros, porque les habéis votado y garantizais que sigan maltratando la sanidad pública de forma impune. Vosotros, simpatizantes del PP, sois más culpables aún que ellos de lo que está pasando, por creeros la sarta de mentiras que nos quieren hacer tragar.
Y por eso, os maldigo.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
miércoles, 20 de junio de 2012
Yolanda Domínguez en PhotoEspaña: Preludios
Cada artista expresa lo que vive,
aquella parte de su experiencia que le resulta relevante y que
considera merecedora de ser comunicada a los demás. Esta experiencia
vital del artista puede ocupar un espacio significativo más bien
cercano a su mundo intelectual, en cuyo caso su obra es muy posible
que resulte un tanto críptica u oscura, con un contenido muy
personal y propio del artista. Por el contrario, cabe suponer que la
referencia de la obra de arte se encuentre más en los alrededores de
lo que le ocurre a un buen número de ciudadanos y probablemente en
estas circunstancias pueda ser más fácilmente comprendida por
estos, con lo que la experiencia comunicativa pretendida por el
artista será, sin duda, más feliz.
Este último me parece que es el caso
de Yolanda Domínguez en toda su obra y, en particular, en su
última propuesta para PhotoEspaña, la titulada Preludios,
que puede contemplarse en la Galería Rafael Pérez Hernando,
de Madrid, hasta el 27 de julio. La artista, sin renunciar, ni mucho
menos, a la dimensión sugerente, simbólica, provocadora e
interpretable que toda obra de arte tiene, presenta una temática
cercana, o que, al menos, debería serlo, al espectador.
La serie, como decimos, se denomina
Preludios. La lógica pregunta subsiguiente es: preludios ¿de
qué? Veamos. Que sean fotografías, todas ellas pigmentadas en rosa,
sobre temas domésticos y tomadas en una casa de muñecas son
indicios suficientes para concluir que se refieren a la mujer. Con
más concreción, se trata de plasmar las funciones que el ideario
tradicional ha atribuido a las mujeres dando lugar a lo que
socialmente se conoce como género femenino.
Aparecen así un conjunto de paisajes
domésticos en los que figuran muebles, ventanas, atuendos de mujeres
y enseres que podemos encontrar en cualquier hogar. En todos ellos
parece latir algún elemento inquietante que sirve para que nos
adentremos en el mundo real de la mujer. No encontramos en ellas
ningún ser humano y, sin embargo, su enorme poder sugerente nos hace
adivinar presencias ausentes, pasados hechos presentes, futuros
adelantados, temores invisibles, esclavitudes sin cadenas, rutinas
asumidas o incluso violencias que pueden avecinarse. Una mujer sin
rostro y sin cuerpo parece estar siempre presente, sin verse, en
todas las fotografías.
La iconografía de Yolanda Domínguez
es, no obstante, sencilla y hasta podría parecer un tanto ingenua.
No encontramos en ella a primera vista elementos que la conviertan en
una suerte de denuncia o de crítica en algún sentido. Pero puede
detectarse pronto un enorme poder evocador, sugerente, en cuyo caso
las fotografías se convierten en vehículos con capacidad para
enlazar las situaciones que se relatan con otras que encontramos en
la vida diaria. La limpieza, el sexo, la belleza, la figura de la
madre o la comida son algunos de los asuntos que se muestran y
justamente la ausencia de personas hace que las situaciones que se
adivinan se puedan generalizar y permitan una lectura más teórica y
más desligada de situaciones demasiado concretas. Estas situaciones
presentes en la serie se asocian con frecuencia con funciones
femeninas, con tareas que, sin que medie ninguna justificación
razonable, la sociedad atribuye a las mujeres. Pero ¿qué ocurre
después de que la mujer emplee su vida en el desarrollo de esas
funciones femeninas? Lo que se entiende como femenino ¿humaniza más
a la mujer o la reduce a un ser obediente? ¿Cuál es el precio que
paga la mujer por estar siempre bella, dulce y dispuesta? ¿Tienen
sentido las horas de trabajo doméstico sin remuneración, los
sacrificios por mantener una estética femenina? ¿Qué razón hay
para mantener la discriminación por razón de sexo? Estos son
algunos de los asuntos vitales que la propuesta de Yolanda Domínguez
podría sugerir con sus Preludios. Lo que hay más allá de
estas fotografías, lo que puede que sugieran es que todavía en
nuestras sociedades las mujeres tienen que revisar sus papeles, si
quieren recuperar su libertad y su humanidad.
martes, 19 de junio de 2012
Todo viejo
Tengo la impresión de que todo se ha
quedado antiguo, de que todo está viejo, de que lo que hay vale más
bien poco. Hay trabajos que son de otros tiempos y que necesitan
urgentemente una reconversión, una adaptación a una situación con
futuro. Otros trabajos, necesarios y con futuro, se ejercen de forma
absurda, como si el mundo no hubiera cambiado. Nuestras ideas se han
quedado demasiado simples. Muchas de nuestras formas de estar en el
mundo ya no sirven. Los valores que podrían sernos más útiles han
caído y sólo sobreviven los más bajos, los más destructivos, los
que más nos alejan de lo humano. Más que con la razón, parece que
la sociedad se ha estructurado con sentimientos, con deseos y, sobre
todo, con codicia. El fracaso de este mundo que hemos creado se
deriva de que los progresistas -en sentido político, pero también
en sentido vital- no han sabido serlo suficientemente y han estado
parcheando los problemas que han ido surgiendo, pero de una manera
chata, casi ciega, sin saber crear ni ver un futuro mejor. Y los
conservadores, que sólo pretenden que el mundo les sea a ellos más
favorable, olvidándose de todos los demás, han conservado
demasiado, han frenado demasiado, han sido demasiado egoístas,
demasiado brutos, demasiado cínicos, han fomentado demasiado la
ignorancia y se han aprovechado demasiado de ella. Es posible que
esto sea un aspecto de la crisis actual, pero, en todo caso, es algo
que mientras no se arregle -no sé si por un líder o entre todos-,
va a mantenernos en el fondo de un océano sin agua.
Según mi amigo Bautista 19 / 6 / 2012
Tal día como hoy de 1623 nació el pensador Blaise Pascal.
"La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa." (Pascal)
lunes, 18 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Artistas 1
Hay artistas que para hacer más
sugerente su obra suprimen información que podrían dar, con lo que
sitúan el fruto de su creación en un escondido e inaccesible rincón
de su propia mente o en el interior de su portafolios. Otros, en
cambio, parece que facilitan el acceso a su obra, invitan a entrar en
ella y, sin perder su capacidad de evocación y de provocación, se
sitúan cerca del lector o del espectador para lograr la comunicación
con él. Suelen ser más inteligentes los segundos.
sábado, 16 de junio de 2012
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