miércoles, 22 de mayo de 2019

Buenas noches. paz





Amo la paz, deseo la paz, pero no estamos en paz. Vivimos en una guerra fría que se calienta a la menor oportunidad. La paz nunca es un regalo, sino una meta que hay que conseguir con trabajo, con buena voluntad y con hechos concretos.

Vi ayer buena parte de la sesión de constitución de las Cortes Generales y terminé desasosegado. Ni vi paz ni observé en muchos diputados deseos de paz, sino todo lo contrario. Creo que un gobernante tiene que proponerse como meta la paz. La libertad, la igualdad y la justicia son medios para conseguir el fin, que es la paz. Ayer presencié actitudes guerreras, actos maleducados, miradas de odio, gestos infantiles, provocaciones interesadas, sobreactuaciones absurdas y unos deseos de paz en media cámara que chocaban lamentablemente con todo lo anterior. El gran aliado de la paz es la racionalidad, y cuando esta está ausente y afloran los odios y los intereses particulares, lo que aparece es la crispación, la guerra.

No soy optimista. Me parece que hoy unos entienden la paz como que ellos y sus similares tengan el bolsillo lleno, y cada vez más. Otros, en cambio, entienden la paz como que todos tengan algo en el bolsillo y puedan vivir, al menos, dignamente. No veo reconciliación posible, salvo que con nuestra ayuda, estos últimos reciban un impulso importante y puedan crear un mundo más pacífico. 

Buenas noches.


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