La historia de la sanidad no puede entenderse sin la figura de Florence Nightingale (1820-1910), conocida como «La Dama de la Lámpara» y considerada la madre de la Enfermería moderna. Su vida estuvo marcada por una vocación inquebrantable por mejorar las condiciones de salud de los más vulnerables, su trabajo durante la Guerra de Crimea y su influencia duradera en la enfermería y la salud pública. A través de su legado, Nightingale no solo dignificó la profesión de la Enfermería, sino que estableció estándares que todavía guían la práctica sanitaria en el siglo XXI...
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