“NICK CAVE: Carnage, otro disco estupendo” titula El País. El australiano vuelve a estas páginas con otra obra maestra; denso, a ratos sombrío, pero siempre intenso. Lo comparan con L. Cohen, a mí me recuerda muchísimo a John Cale. Es un disco compuesto durante el confinamiento. “Balcony man”, El hombre del balcón: “Soy el hombre del balcón / soy doscientas libras de sangre y hueso empaquetado / sentado en una silla al sol de la mañana”. Así nos sentimos todos.
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