Halloween, o la noche de los muertos vivientes, o el día de difuntos, o los Tosantos o lo que sea. Menos pensar que estamos vivos y que hay que vivir, porque la muerte puede hacerse presente en cualquier momento, somos capaces de montar fiestas raras y oscuras, como esta de hoy. He visto por la calle siete mil brujas, o así, todas muy parecidas, y a un tipo haciéndose el cojo, con la cara llena de salsa de tomate, y con una cadena al cuello que lo unía a otro, que iba triste y como a la fuerza. Los escaparates están llenos de telarañas y muchos se pintan la dentadura como si le llegara a las orejas. No he visto nunca una fiesta tan sosa. Con lo cansado que estoy y el sueño que tengo, creo que me voy a ir pronto a halloweenar a la cama. Que seáis felices. Buenas noches.
Besos y abrazos.
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