No aspiro a conocer la verdad de nada. Me parece que la verdad no existe en ningún sentido. A lo que aspiro es a tener mis opiniones cada vez más fundamentadas con argumentos racionales y, en la medida en que se pueda, constatables.
Por otra parte, dudo profundamente de todo el que aparece diciendo que tiene alguna verdad. Normalmente, me callo y, a ser posible, me voy a otro lado. Por salud y por economía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.