En los bares me sorprende sobremanera la claridad de ideas que creen tener los parroquianos sobre cosas de las que lo ignoran casi todo. La vehemencia y la seguridad con la que las cuentan suelen ser proporcionales a su desconocimiento. Fomentar las conversaciones de bares me parece que debe de tener un efecto anestesiante tremendo.
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