Mira
bien a tu alrededor. No te fijes en lo que no tiene remedio, fíjate
en lo demás. Haz lo que se te ocurra para gozarlo, para mejorarlo o
para aliviarlo. Este mundo horrible no tiene arreglo, pero puede que
tu mundo, sí. Ayer un amiga me dijo: que la
parca no nos encuentre con la deuda de un beso, de un abrazo, de un
te quiero. Una de las ideas más bonitas, más nobles, más humanas y
más prácticas que he oído. Ojalá no te sea ajena. Buenos
días.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
martes, 2 de abril de 2013
Buenas noches. Mensaje
Cada beso que te envío, cada abrazo
que te mando no son más que el envoltorio de un mensaje generoso. Lo
que quiero decirte es que me encuentro cerca de ti, a tu lado, en la
sombra, por si alguna vez necesitas algo que yo te pueda dar.
Cada beso y cada abrazo tienen también
otro mensaje, menos cargado de generosidad, pero con mucho realismo y
creo que con mucha humanidad. Espero que el día que yo necesite algo
de ti, pueda encontrarte también aquí, a mi lado, en mi sombra.
Te quiero y quiero que me quieras. Ese
es el mensaje completo. Pero hay que entender bien esto. No te quiero
para que me quieras. No quiero que me quieras porque yo te he
querido. No se trata de corresponder. La vida no es un negocio. Creo
que la vida es un conjunto de relaciones mucho más nobles que las de
los negocios. La vida, la vida buena, me parece que consiste en
querer a fondo perdido. Te quiero y punto, aunque tú no me quieras.
Me quieres y punto, aunque yo no te quiera. El trueque, el interés,
el te doy para que me des son ajenos a la vida buena. Ya sé que eso
es lo que se ve por la ventana, pero de eso yo no tengo la culpa.
El cariño que te invito a dar en el
umbral del sueño es fruto de un amor noble, sencillo y
desinteresado. Acuérdate de la gente que quieras y mándale tus
mejores deseos. Ahí no esperas nada a cambio. Sólo das. Por eso, si
lo haces, lograrás estar a gusto. Suerte. Buenas noches.
lunes, 1 de abril de 2013
Buenos días. Juegos
De pequeño, recuerdo que había niños
que jugaban tirando de una cuerda atada a un cochecito y lo iban
arrastrando por los pasillos en un interminable circuito. Otros
jugaban al fútbol a todas horas, sin más preocupación que la de
ganar partido tras partido. A algunos les gustaba leer historias
espectaculares de superhéroes que luchaban por causas bastante
simples, que sufrían en cada episodio y que siempre terminaban
ganando porque eran los buenos. Otros gozaban componiendo mecanos o
construyendo edificios más o menos complicados con piezas que venían
en cajas y que resultaban al inicio bastante difíciles de completar.
Había algunos que por algún motivo desconocido, miraban desde fuera
cómo jugaban los demás.
La vida tiene también mucho de juego.
Nos proponemos unos objetivos, seguimos ciertas reglas y al final
conseguimos lo que queremos o perdemos la oportunidad. Pero ¿a qué
juegas tú en la vida? ¿cuál es tu tipo de juego? Buenos días.
domingo, 31 de marzo de 2013
El Calendario de Bautista. 31/3/2013. Aleksandra Kolontai
sábado, 30 de marzo de 2013
Buenas noches. Velocidad
Vivir no es sólo estar, no es sólo
moverse, no es sólo biología. Vivir es encontrarse en el mundo
relacionándose con las personas y con las cosas y desarrollando un
proyecto que pueda calificarse como humano. No vivimos de cualquier
manera, sino que vivimos como seres humanos. Y una de los
inconvenientes más fuertes para que la vida sea humana es la
velocidad. No se puede vivir con calidad si todo lo hacemos como si
estuviéramos volando. Confundimos a menudo la velocidad de los
artefactos -los coches, los ordenadores, etc- con el ritmo humano y
logramos así hacer real la estupidez de pasar por la vida sin
enterarnos de nada, yendo raudos a ninguna parte y, en definitiva,
perdiendo lo más importante que tenemos para vivir: el tiempo. La
velocidad es nociva para vivir y para descansar. Esta noche, cuando
decidas irte a descansar, deja en el suelo la velocidad y con ella
todo lo negativo y lo desagradable que te haya dejado el día.
Olvídate de la velocidad y déjate llevar por la tranquilidad del
cariño sosegado y tranquilo. Olvídate de la velocidad y respira
hondo. Olvídate de la velocidad y acuérdate de las personas a las
que quieres. Olvídate de la velocidad y termina olvidándote de ti.
Buenas noches.
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