jueves, 29 de noviembre de 2012

Lo que se ve. Participación




Igualdad no es identidad, sino participación en los mismos derechos.

Buenos días. Relájate




Una forma estupenda de encontrar relajación es la de contemplar la Naturaleza. No se trata simplemente de ver, sino de contemplar, es decir, de pararte a descubrir la belleza, la armonía, los colores, las formas que se dan en la Naturaleza. Un árbol, una hoja en una rama, una flor, la brisa moviéndolas, las gotas de agua sobre la hiedra, el verde del césped, los colores del cielo, todos estos regalos de la vida son fuentes de placer y te relajan, si te olvidas del mundo y procuras extraerles su belleza. No te prives hoy de hacerlo.

El calendario de Bautista. 29/11/2012. Andrés Bello




Tal día como hoy de 1781 nació el gran humanista Andrés Bello. Tienes más información aquí.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lo que se ve. Ética




La igualdad es la condición de la justicia y de la democracia, puesto que sin aquella, éstas dos no pueden existir. Ni tampoco puede existir una vida humana. Por eso la igualdad ha de estar en la base de la ética.

Buenos días. Belleza




Creo que hay que compartirlo casi todo. Las cosas materiales hay que compartirlas porque hay una necesidad real y palpable que lo exige. No existe ese tipo de necesidad en el caso de la belleza, pero sí otra clase de necesidad, quizás más espiritual, pero no menos fuerte, más placentera, aunque no menos urgente que me impulsa a compartirla. Creo que tanto bien se puede hacer compartiendo la comida que haciéndolo con la belleza. Me refiero a la belleza que encontramos por ahí, pero también a la tuya y a la que yo pueda tener. ¿Qué sentido tiene una vida en la que se oculta la belleza?

El calendario de Bautista. 28/11/2012. William Blake




Tal día como hoy de 1757 nació el polifacético artista inglés William Blake. Tienes más información aquí.


martes, 27 de noviembre de 2012

Lo que se ve. Privilegios




Una de las dificultades con las que se encuentra la igualdad es que suele realizarse a costa de una parcela importante de libertad. Quien goce de algún privilegio tendrá que renunciar a él para que todos podamos ser iguales. Y no todos estás dispuestos a esto.

Jaume D'Urgell: mejor, no.




El ciudadano llamado Jaume D'Urgell se autodefine en su muro de Facebook así:

“Enamorado, crítico, libre y de buenas costumbres. Empatizo con quienes padecen los efectos de la codicia, la ignorancia y la arbitrariedad. Soy socialista y activista LGBT. Defiendo la democracia y los demás Derechos Humanos.”

El señor d'Urgell puso ayer en su muro el siguiente comentario:

¡No al cierre del hospital de LA PRINCESA!
A quien hay que encerrar es al yerno del rey.

A una amiga, creo que con toda la razón, le pareció un comentario un tanto demagógico y lo justificaba diciendo que nuestro papel como ciudadanos es el de pedir justicia, no cárcel para nadie antes de ser juzgado. Así lo puso en el muro del Sr. d'Urgell, como comentario. Otra amiga común la felicitó por su sentido de la justicia y lo mismo hubiese hecho yo, si hubiese leído entonces el hilo de la conversación.

Me parece que uno de los vicios ajenos a la democracia, pero que están asentándose lamentablemente en nuestra sociedad, es el de juzgar a cualquier imputado desde fuera del juzgado, en los medios de comunicación, en los bares y en las mentes de cualquiera. Aquí parece que todos hemos hecho la carrera judicial, que las pruebas y los procedimientos no tienen ninguna importancia y que nuestro juicio es el que vale, por encima del de cualquier profesional de la toga.

Mi amiga, consciente de esta anomalía que mina nuestra democracia, hizo su comentario, respetuoso, equilibrado y nada fuera de lugar. Sorprendentemente, el señor D'Urgell reaccionó suprimiéndolo de su muro, así como el de la otra amiga que lo apoyaba. Otra amiga más reaccionó protestando por esa supresión, pero su comentario fue igualmente suprimido por el señor D'Urgell.

Fue entonces cuando me enteré yo del asunto y puse otro comentario. Le decía al señor D'Urgell que cómo considerándose crítico y libre, no admitía que los demás fueran también críticos y libres, puesto que cuando tenían ocasión de hacerlo, borraba de su muro las críticas.

Mi comentario duró unas horas. Hoy ya había sido suprimido igualmente por el intolerante señor D'Urgell.

A mí el señor D'Urgell no me preocupa absolutamente nada. Gente como él hay, lamentablemente, mucha en nuestro país. Hoy, sin ir más lejos, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha ordenado quitar los carteles que anuncian las protestas y las reivindicaciones del personal sanitario de la marea blanca, como si además de gestores del asunto fueran los dueños de las paredes de los edificios. Formalmente es la misma maniobra que la del señor D'Urgell, la misma intolerancia, la misma imposición de criterios, el mismo tufo antiguo, la misma seguridad en unas ideas discutibles, pero que no quiere discutir, el mismo vicio ajeno a la democracia.

Me preocupa, en cambio, el mal trance por el que han pasado mis amigas, porque a nadie le gusta que le impidan la comunicación y el diálogo de esa manera tan poco democrática y tan poco civilizada, pero sé de su inteligencia y de su bien asentada humanidad y confío en que sabrán darle al suceso la importancia que tiene, o sea, ninguna.

Realmente me preocupa más otra cosa. Este señor D'Urgell se declara socialista, pero no actúa como tal. Quizás su párvula formación le impida ver el daño que le hace con estos actos a los socialistas y al socialismo. No quisiera que nadie confundiera a un socialista con alguien que no tolera la crítica, ni el diálogo, que va por ahí condenando a quien se le antoje, que suprime de un teclazo las opiniones con las que no está de acuerdo, que no da explicaciones de sus hechos y que, encima, va pregonando ideas que él mismo cataloga, sin saber lo que hace, de socialistas.

Te ruego, lector o lectora de este texto, que, si quieres conocer lo que es socialismo, la democracia, la justicia y la humanidad, no lo hagas a través de lo que dice o hace el señor D'Urgell. Es mejor que te busques otras fuentes más fiables y en las que se pueda respirar un oxígeno más reconfortante.

Buenos días. Alegría




La alegría es uno de los bienes más apetecible por todos, pero no busques la alegría, porque no la vas a encontrar. La alegría es la consecuencia de la felicidad, pero no busques la felicidad, porque tampoco la vas a encontrar. La alegría y la felicidad sólo aparecen cuando actúas bien, como el ser humano que eres. La fórmula es tan sencilla como difícil de poner en práctica. No creo que haya otra.

El calendario de Bautista. 27/11/2012. Horacio




Tal día como hoy del año 8 a.C. murió el poeta Horacio. Tienes más información aquí.

El carpe diem y algunas otras ideas de Horacio, aquí.