La bondad y la belleza son siempre
relativas y no tienen por qué coincidir con lo que te gusta.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 10 de noviembre de 2012
El calendario de Bautista. 10/11/2012. José Hernández
viernes, 9 de noviembre de 2012
Mirando por la ventana. Gestores de lo público.
No entiendo por qué los gestores de lo
público, en lugar de cumplir con sus obligaciones y gestionar bien
aquello de lo que se han encargado, lo desvían hacia empresas
privadas que, a su vez, subcontratan y subcontratan, sacando tajada
de cada subcontrato y dejando el servicio final al ciudadano en unas
condiciones lamentables.
Y cuando ocurre la tragedia, con arena o sin
ella, el gestor público se lava las manos. ¿Qué pinta, entonces,
al frente de lo público? ¿Para qué se ponen a estos personajes en
los lugares públicos? ¿Creen que gestionar lo público consiste
sólo en privatizarlo? Lo público es de todos, no sólo de los
gestores de lo público. ¿Para qué votas a la derecha, ciudadano? ¿Sabes lo que haces?
jueves, 8 de noviembre de 2012
Mirando por la ventana. Decorados
Veo este país como un inmenso teatro,
en el que se está representando una desagradable tragedia y en el
que una multitud de decorados, de cortinajes, van situando a los
espectadores en el ambiente que los desconocidos autores de la obra
quieren. Hay veces en las que, sobre un fondo de alusiones
educativas, aparece Wert diciendo barbaridades, que el personal mira
y traga sin pasmo alguno. Luego, sobre una cortina cuatribarrada,
aparece Mas aportando sus sueños de independencia y de soberanismo,
y medio país lo mira absorto, olvidándose de que el otro medio
tiene hambre. De vez en cuando, sobre unas caras de Mouriño y de
Messi, el fútbol hace acto de presencia y se encarama en el foco de
atención fundamental de la ciudadanía que huye. Todos estos
cortinajes, y otros más, van alternándose con el de los recortes,
que de vez en cuando aparece ante los espectadores, que parece que
están un tanto cansados de la obra y hechos ya a la idea de que las
cosas son así. El último telón, el que muy pocos asistentes
intuyen, pero que es el que le da sentido a la obra y el que más
ayuda a entender su mensaje, aún no ha aparecido. Se dibuja en él
una sociedad nueva, en la que los espectadores son muy mal tratados y
en la que la desigualdad, las injusticias y la desesperanza aparecen
con crudeza. Este último decorado ha sido realizado mientras los
ciudadanos se entretenían con los anteriores, pensando que cada uno
de ellos era lo más importante que se podía ver en el momento.
Cuando acabe la función, las empresas fabricantes de los decorados
se frotarán las manos y los espectadores no sabrán si salir de la
sala hacia la nada o quedarse en ella a esperar que le preparen otra
obra distinta.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Mirando por la ventana. Relaciones
Yo soy yo. Yo me relaciono con muchos
tús y es como si mi yo se extendiera en cada una de esas relaciones
hasta llegar a cada tú. Yo soy yo contigo y contigo y contigo. Yo
soy más que yo, porque me prolongo en los tús. Vivir, entre otras
cosas, consiste en prolongarse en los tús. La vida no es mero ser o
mero estar, sino que es, básicamente, relacionarse. Cuando el yo no se
relaciona con los tús, está muerto en vida. Lo mismo le pasa al tú.
Con lo cual, la vida no es más que un profuso conjunto de relaciones
yo-tú y tú-yo que van construyendo poco a poco tanto al tú como al
yo. Y también al nosotros.
Me pregunto qué tipo de personas son
las que dicen creer en el individualismo.
Obama
No es que me parezca el salvador del mundo ni el presidente perfecto, pero me alegro de la victoria de Obama. La de la alternativa hubiese sido terrible.
Sólo quiero resaltar un detalle. Romney, el perdedor, ha dicho que rezará por el presidente, para que lo haga bien. Ayer, sin embargo, dijo que haría todo lo posible por entorpecer la labor de Obama, si éste salía elegido.
Esta hipocresía, esta doble moral, esta intromisión de Dios en los asuntos políticos y esa actitud de entorpecer, de entrada, lo que haga el adversario me asusta, me preocupa y me trae recuerdos demasiado cercanos, demasiado peperos, demasiado inhumanos.
Mientras los políticos no dejen de considerarse como enemigos a costa de los ciudadanos, esto sólo va a ir a peor.
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