viernes, 8 de abril de 2011

Oposición y democracia


Un diario llamado La gaceta ofrecía días pasados una portada con el titular Este individuo por fin se va, acompañado de una foto del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. No pretendo descubrir ahora las señas políticas de este diario, pero sí subrayar su catadura moral. En una democracia un presidente del gobierno elegido por todos los españoles no puede ser nunca tratado como “Este individuo”. Si este es todo el respeto que les produce a estos señores un cargo institucional, es que están muy lejos de la democracia. Y esto es para echarse a temblar porque revela que algún tipo de dictadura, sea política, económica o social, es la que están defendiendo.

Creo que un país no se gobierna igual en épocas de crisis que en las de calma. Tampoco creo que se pueda gobernar igual con una oposición leal, constructiva y que mira los intereses de los ciudadanos que con una que desde el primer día –incluso antes, en el caso de Rubalcaba- ha practicado una oposición que no ha sido más que una descalificación constante y permanente, una colección de insultos baratos y zafios a través de los medios de comunicación. Da la impresión de que la oposición, con independencia de lo que digan las urnas, considera como natural que gobiernen ellos. Seguramente les va en el asunto mucho dinero o muchos beneficios y eso les hace situarse por encima de los resultados de las urnas. Me parece, por otra parte, que en los medios se han reflejado más los errores de Zapatero y la presión a la que ha sido sometido en todo momento que sus indudables aciertos en algunas materias. Tengo la impresión de que ha podido más entre una buena parte de la población la presión ejercida sobre el presidente del gobierno que la propia realidad, por mala y dura que ésta sea.

Pero si Zapatero era un inconveniente para la izquierda, ahora ya no lo va a ser. Y la opción es bastante clara. La alternativa es una derecha trufada de ultraderecha, que viene a lo suyo, que si arregla el paro, será porque la situación económica mundial habrá mejorado, pero no porque se lo proponga como objetivo. Como siempre ha ocurrido, las libertades y las igualdades peligran con esta derecha. Tú, mientras tanto, puedes seguir poniéndote exquisito y seguir prefiriendo cualquier otra cosa a lo que hay, pero has de ser consciente del riesgo que corres y que corremos haciéndole el juego a estos interesados en lo suyo o quedándote en casa cuando haya que votar.

miércoles, 6 de abril de 2011

Yin. Poetas aragonesas 1960-2010

Ángel Guinda es profesor, poeta y Premio de las letras aragonesas en 2010. Ha realizado una antología de poetas aragonesas que presentará el viernes 8 de abril en la Oficina del Gobierno de Aragón. Es una estupenda ocasión para escuchar a Ángel Guinda y, a la vez, buena poesía.


martes, 5 de abril de 2011

Arquitectura Humama. Colección de primavera y verano




El pasado 31 de marzo tuvo lugar la presentación de la nueva colección de primavera y verano de la firma ARQUITECTURA HUMANA en su sede de la calle Gravina, 25, en Madrid. Mencía González-Barros, la diseñadora de la marca, dio a conocer las nuevas creaciones basadas en su estilo habitual de líneas simples y diseños limpios y elegantes. Destacan en la colección los modelos amplios, con calculados pliegues rectilíneos realizados con la misma tela, que dotan a la prenda de una sobria elegancia. Los tejidos empleados son sedas y algodones y los colores son cálidos, sobresaliendo los blancos, cremas, rosas y un verde mar creado por la propia diseñadora.





lunes, 4 de abril de 2011

Ensoñaciones



Con frecuencia la vida se hace pastosamente insoportable. La rutina nos termina inyectando en la sangre anestesia existencial. El ruido de las palabras vacías nos llena la mente de nada. Las imágenes que nos llegan por todas partes nos convierten los ojos en puertas cerradas por donde no pasa nada hacia la mente. La realidad parece cubierta por una crema espesa en donde los zapatos del alma se quedan pegados y desde donde cuesta un triunfo levantar un pie para hacer cualquier cosa. Vamos a veces como embotados, como insensibles, como sacos de serrín poseídos por algún automatismo que nos lleva o que nos trae o que nos deja en algún lugar.

De esta molesta inexistencia queremos, sin embargo, salir. Unos apuntan hacia el placer y se dejan arrastrar mientras dura el tirón. Otros aparcan su vida en el bar. Algunos se regodean en su mala suerte en el juego para convencerse ante nadie de que no tienen nada que hacer en la vida. Todo consiste, esos días, en huir de uno mismo hacia la fatalidad.

En medio de esta miseria perenne aparece alguna vez la magia de las palabras. No es que captemos el significado que encierran esas palabras, sino que nos quedamos en unos sonidos que nos remiten vagamente a ciertas situaciones agradables en las que nos abandonamos. Oyes hablar de amor, del jardín, de tus manos, de su presencia, de las flores, de un te quiero, unos labios o unos pechos, de una ausencia, del corazón partido, de un alma enamorada o hasta de la democracia y se produce en nosotros una ensoñación, una creación gratificante, que nos hace olvidar por un instante que vivimos en una mierda de mundo y que la vida podría ser mucho más bella si, en vez de andar huidos en sueños, hiciéramos alguna que otra cosa conveniente y necesaria.

Estos sueños, estas ensoñaciones, también se quitan durmiendo. O, quizás, llorando.

viernes, 1 de abril de 2011

jueves, 31 de marzo de 2011

Miedo


Desde que nací el miedo me impidió ser yo. Me bautizaron pronto por miedo a que, si me moría, no fuese al Cielo. Me hablaron pronto de Dios y, más que de la necesidad o de la conveniencia de ser bueno, me insistieron en que debería cumplir los mandamientos, por miedo a que, si no lo hacía, me condenase. Me dijeron que tenían que respetar al maestro y a los profesores, no por ningún motivo razonable y comprensible, sino por miedo a que me castigasen. Poco a poco y con una naturalidad indolora, el miedo se fue coinvirtiendo en el núcleo central alrededor del cual se iba organizando mi vida y en el criterio para decidir cualquier actuación. Siempre había alguien que no fuera yo preparado para vivir mi vida a través del miedo, sin contar realmente conmigo. Ni siquiera yo me planteaba la posibilidad de ser realmente yo mismo.

Cuando la vida me fue invitando a que yo fuera yo, el trabajo que me costó resucitar fue tremendo. Aún hoy no sé si he resucitado del todo porque no sé si, a pesar del esfuerzo realizado, he vencido completamente al miedo. Durante mucho tiempo el miedo al más allá me fue llevando al miedo al más acá y ambos, para que yo me pudiera sentir convencido de lo que hacía, se materializaban en el miedo a la vida, en el miedo a vivir.

En la medida en que he podido ir matando el miedo, he podido ir naciendo yo y he podido ir viviendo mi propia vida. He tenido que ir quitándome disfraces, costumbres, manías, prejuicios absurdos, prácticas estúpidas y extraños cuentos macabros instalados en mi mente. Al final, casi desnudo, he aparecido yo. En realidad, he aparecido yo, pero felizmente acompañado, porque al aparecer me he encontrado conmigo mismo.