Salvo la muerte, no hay nada con valor
absoluto. Todo lo demás conviene relativizarlo, sobre todo, lo que
viene de fuera y nos preocupa. Es más importante construir bien
nuestra propia vida que destruirnos intentando eliminar lo que
creemos que va a destruirla. 
Buenas noches.

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.