Sorprende,
es cierto, pero, según dicen, hay 212 palabras en castellano de
origen persa. No es tan sorprendente si se piensa que la cultura
persa ha sido en épocas cruciales, Grecia o esplendor árabe, la
cultura de al lado. Durante el auge de la Grecia clásica los persas
eran "los otros". Es un tópico decir que Leónidas y sus
trescientos frenaron una cultura de otro signo. Y en la Edad Media el
Califato pronto perdió el control de las zonas laterales, Córdoba o
el reino de Jorasán en la zona persa. Eso sí, islamizados en
religión y con la escritura árabe, en la que se escribe hoy el
persa. Por cierto, Córdoba y Jorasán fueron las dos zonas de mayor
brillo cultural. Es normal que, a través del griego o a través del
árabe, hayan llegado a nuestra lengua palabras tan básicas como
azul,
tigre,
paraíso o
tirar.
Hoy
Irán parece un país más en el avispero petrolero de Oriente Medio,
léase infección Israel. Pero la cultura persa ha sido muy
importante en la Historia. El maniqueísmo ha influido en el
cristianismo. Y habían tenido la religión de Zaratustra. Se supone
que los persas inventaron el vino, la cerveza y el helado, el molino
de viento y la domesticación de los animales. Casi nada. En el s. XI
era el punto más culto del planeta, dominaban la ciencia. Es la
época de Avicena, Algazel y Omar Jayam, el autor de un maravilloso
libro de poesía, las "Rubaiyat", que es necesario leer
para vivir del todo, como las Rimas de Bécquer o Las flores del mal.
El
persa es una lengua indoeuropea, llamada farsi por
influencia del árabe, que rechaza la p inicial. En la órbita del
persa están las lenguas de los sármatas, escitas, kurdos, el oseta,
el pastún, actual lengua de Afganistán, hasta conectar con el
sánscrito de la India, porque el territorio indoeuropeo es un
continuum de lenguas de esta familia.
Hay
palabras que del persa pasaron al griego clásico, de este al latín
y nos han llegado de forma natural, como mago
y magia,
paraíso,
tigre.
Tirar
entró en latín desde la lengua persa de los partos, contra los que
luchó César, y pasó a todas las lenguas romances. Otras pasaron al
griego en época bizantina, como carcaj,
tapiz.
Otras pasaron a través del árabe, como azul
o babucha,
que es de la raíz de pie, ped-,
papus
> babus
> babucha;
el recorrido es curioso, porque de una lengua indoeuropea pasa al
árabe y de este pasa de nuevo a zona indoeuropea. Otras veces el
recorrido es más rocambolesco, como pijama,
también de la raíz ped-,
que del persa pasa al hindustaní, en la India la toma el inglés y
nos llega a Europa. Bajá,
chacal
y serrallo
nos han llegado a través del turco.
De
origen persa son caravana,
bazar,
sátrapa,
tafetán,
chal,
caqui,
carmesí,
añil,
lila, chancleta,
tapete,
azabache,
alcachofa,
espinaca,
alfajor,
alajú,
alfeñique,
almíbar,
julepe,
tártaros,
tulipán
y turbante,
taza,
tambor
y taburete,
persiana,
momia,
ajedrez,
alfil,
escaque
y jaque
mate,
arroz,
(viene del árabe ruzz,
que lo tomó en Oriente, ya sea del persa, ya de la India), musulmán
(moslem-an
con sufijo plural persa en -an,
sufijo que también lleva talibán, que significa estudiantes),
quiosco,
zanco
y zancada,
alcoba
y dado.
Sorprende
la cantidad, pero a mí me más sorprende la calidad, que entren en
la parcela de un vocabulario muy básico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.