Iba por el pasillo del Metro y vi que
venía de frente un individuo que andaba a bastante velocidad.
Avanzaba mirando al suelo fijamente, sin enterarse demasiado de lo
que ocurría por donde iba, sin tener en cuenta a las personas con
las que se cruzaba, como si los demás tuviéramos que quitarnos de
en medio para que pasara él, como si no tuviera nada que ver con la
gente de su alrededor ni con el mundo por donde caminaba. Iba
descaradamente a lo suyo.
Me recordó a Rajoy.
Buenas noches.
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