viernes, 17 de abril de 2015

Los viernes, etimologías. Gilipollas



GILIPOLLAS

Este es un insulto moderno (primer testimonio en 1961, Gironella, "Un millón de muertos" y entró en el DRAE en 1992), muy arraigado y con gran carga expresiva en España, pero desconocido en Hispanoamérica. Su origen es muy discutido. Está claro que antes existió el caló o gitano jilí, y de ahí gil, que sí está extendido en América, con el significado de tonto, como en el viejo tango de Discépolo: "Lo que más bronca me da / es haber sido tan gil". Pero según otros hubo un mozarabismo previo, hirripishi, que significaría algo así como coño-picha, maricón, vamos, que asimilado al gitanismo gil habría evolucionado a gilipichi, antecedente de gilipolla. La asociación de la estupidez con los órganos sexuales se encuentra en muchas lenguas, testa de cazzo, parvo do caralho, dickhead..., bien por dejarse nublar la razón por la libido, bien por el atontamiento posterior al acto sexual. Y son frecuentes tontolaba (asimilando el haba al glande o a trabajar en el campo, o sea paleto) y tonto del culo. Pero hay además una etimología popular muy extendida, la anécdota de un aristócrata del siglo XVII, don Gil, que siempre salía de paseo con sus dos hijas, pollas, cuando polla significaba muchachita, dando lugar a la frase "Ahí van Gil y pollas".

La riqueza del idioma parece inagotable a la hora de insultar. Abundan los insultos que significan torpe, tonto, o de campo, o de pueblo, o indefensión, o pobreza: cretino, lerdo, majadero, patán, mendrugo, zoquete, mentecato, tarugo, palurdo, pazguato, mastuerzo, petardo, tarado, panoli, papanatas, mequetrefe, pelele, payaso, descerebrado, desustanciado, sinsustancia, pavisoso, tolay, zote, pedorro, lelo, alelado, atolondrado, zopenco, mameluco, pardillo, botarate, chirimbaina, gañán (en la Mancha significa labrador, sin matiz peyorativo), gaznápiro, gilipuertas, calamidad, pasmarote.

A veces se acude al reino vegetal, con distintos significados: alcornoque, melón, capullo, lechuguino, berzotas. O al reino animal: besugo, merluzo, cabestro, borrico, gorrino, gurriato, percebe, sabandija.

Unas veces se alude al físico: chiquilicuatre, alfeñique; muchas veces a lo moral: bellaco, malandrín (los preferidos por don Quijote), energúmeno, baboso, mamporrero, cafre, chulo, chuleta, chulángano, barrabás, fariseo, tunante, zascandil, pamplinas, pelma, brasas; o a lo social: piojoso, donnadie, zarrapastroso, mindundi, mangarrán, mangurrián, gandul, huevón. Fantoche, quizás derivado de fantasma, es citado en aquel tango de Cadícamo y Cobián, "Nostalgias", quizás la canción en español más versioneada: "Llora mi alma de fantoche / sola y triste en esta noche..."

Es impresionante la riqueza de compuestos: pintamonas, robaperas, soplagaitas, meapilas, carapijo, caraculo, tuercebotas, zampabollos, perroflauta, pagafantas, pelagatos, barriobajero, lameculos, pichabrava, bocachancla, tragaldabas, tiralevitas, pollopera, malasangre, malasombra, chupasangre, chupóptero, malfollada (este solo para mujeres), abrazafarolas, tocapelotas y cantamañanas. Ah, se me olvidaba, hijoputa, hijo de la gran puta, hijodeperra, hidepuerca...

Muchos de estos términos solo son coloquiales, no cultos, y pertenecen a un momento y a una zona, están fuertemente dialectalizados. Esta selección pertenece al centro de España a principios del siglo XXI.

¿Es cruel el lenguaje? Más bien son crueles las relaciones sociales y el lenguaje es el instrumento, riquísimo, al servicio de esa crueldad. A veces yo creo que el insulto, aun siendo un acto de agresión, es menos grave éticamente que la injusticia, la violencia física, el robo, la extorsión, el abuso, la explotación...

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