martes, 10 de febrero de 2015

Lo que veo. La Cadena SER



Conecto y desconecto intermitentemente la Cadena SER. Como cada vez soporto menos a una locutora que no deja hablar a casi nadie, sobre todo, cuando alguien va a decir algo interesante, a las diez de la mañana desconecto y pongo música. Ya hice lo mismo con el del Larguero, que también interrumpe cuando le apetece. ¡Vaya ejemplos que dan! En los informativos de Madrid había un señor que no sabía hablar, ni puntuar, ni se le entendía, pero que debía de ser barato. Ahora se dedica a hacer reportajes de más enjundia con la misma escasa calidad. En cuanto sale, apago la radio. Ni lo entiendo ni lo aguanto y el daño que está haciendo con su absurda dicción es tremendo: se para en donde no hay ni comas y se salta los puntos con una facilidad pasmosa. 

Ahora se han decantado por los despidos de profesionales valiosos, muchos de ellos en el área de cultura. Si hay algo que está siendo maltratado y desvalorizado en España, eso es la cultura. La mejor decisión para conseguir esto ha sido poner al frente del correspondiente ministerio a un señor nada relevante en este ámbito y que, al parecer, no tiene ningún inconveniente en destrozar todo lo que afecte a su ministerio.


Lo de la SER duele, como dolió lo de El País. Hay diarios en la red con menos predicamento, pero con más credibilidad y algo de información fiable se puede sacar de ellos. Lo malo es lo de la radio. Esperemos que lo bueno que le queda a la SER le dure, pero con estas salidas se resentirá su calidad. Menos mal que la Cadena no tiene pérdidas, que si no... Por cierto, el jefe de toda esta casa es Juan Luis Cebrián ¿no? ¿Sabes cuánto gana? 

Buenas tardes.

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