Me parece que la felicidad se apoya en
la tranquilidad, en la ausencia de preocupaciones fuertes,
acuciantes. Es algo que ocurre a veces, durante un rato, posiblemente
en momentos de amnesia o de emociones positivas y fuertes. Son
momentos que hay que aprovechar para respirar hondo, para contemplar
la vida y para hacer lo que a uno le dé la gana antes de que vuelva
de nuevo la conciencia, de que la cruda realidad se te vuelva a poner
delante y de que las preocupaciones, con sus angustias, se adueñen
de nuevo de tu vida. Ojalá hoy tengas algunos de esos momentos. No
te olvides de que la música ayuda mucho.
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