¿Feliz año nuevo? No sé. Un mundo nuevo es posible, con más justicia, más igualdad, más humanidad, pero no sé si los que pueden quieren. Tampoco sé si lo quieren los que más lo necesitan. Sería muy bueno que lucháramos por un mundo mejor. Es una tarea dura la que nos ha tocado, pero es lo que hay. Despertar al dormido y arreglar lo roto. Y esperar.
Y en nuestro pequeño mundo ¿qué hacer? Pues no otra cosa que cariño, cariño y más cariño. Es la pequeña gran revolución interior, la necesaria revolución interior que nos llegará a los demás. Un poco más de cariño es capaz de salvar cualquier plato, cualquier momento, cualquier vida, cualquier mundo. Mi opción es por un poco o un mucho de buena voluntad, de buenas intenciones, de buenos deseos que se traduzcan en buenos actos. Esto tiene que cambiar. A ver si hay suerte.
En cuanto a ti, ojalá crezcas como ser humano, ojalá tus actos sean capaces de enorgullecerte, ojalá tu vida suba y se hinche y rebose y te llene de satisfacción.
Y que a mí, que no me olvides.
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