El simple no tolera el movimiento ni el cambio. Siente la necesidad de controlarlo todo y en cuanto se mueve algo o alguien, anda preguntando ¿de dónde vienes? ¿a dónde vas? ¿qué vas a hacer? ¿qué has hecho? El simple cree, en su ignorancia, que puede gobernarlo todo. El peligro está en que de este simplismo molesto e infrahumano al fascismo hay sólo un pequeño paso. Y esto, en las pequeñas distancias, es mortal. Y en las grandes, también. Mata la vida y a las personas.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
jueves, 6 de enero de 2011
El simple
El simple no tolera el movimiento ni el cambio. Siente la necesidad de controlarlo todo y en cuanto se mueve algo o alguien, anda preguntando ¿de dónde vienes? ¿a dónde vas? ¿qué vas a hacer? ¿qué has hecho? El simple cree, en su ignorancia, que puede gobernarlo todo. El peligro está en que de este simplismo molesto e infrahumano al fascismo hay sólo un pequeño paso. Y esto, en las pequeñas distancias, es mortal. Y en las grandes, también. Mata la vida y a las personas.
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